El lamentable olvido granadino del centenario de la muerte de Tomás Bretón
El 2 de diciembre de 1923 fallecía en Madrid uno denuestros más importantes compositores especialmente vinculado a Granada, Tomás Bretón y Hernández, nacidoen Salamanca el 29 de diciembre de 1850
Antonio Martín Moreno
Domingo, 3 de diciembre 2023
Tomás Bretón, compositor, violinista y director de orquesta, cultivó los diferentes géneros musicales como la ópera, la zarzuela, la música sinfónica y la música de ... cámara, siendo el principal representante de la llamada Ópera Española con «Los Amantes de Teruel» (1889) y «La Dolores» (1895), que destacan entre sus siete óperas. Siendo además autor de un considerable número de zarzuelas, entre las que se hizo especialmente famosa 'La Verbena de la Paloma', y una no menor aportación a la música instrumental, con tres sinfonías, sus 'Escenas andaluzas' (1894), su serenata para orquesta 'En la Alhambra', cinco cuartetos, un trío, etc. Se trata de un compositor afortunadamente bien conocido, cuyas obras musicales han sido en parte editadas y grabadas y que cuenta con monografías importantes. Por ejemplo, la de Víctor Sánchez titulada 'Tomás Bretón, un músico de la Restauración' (Madrid, Instituto Complutense de Ciencias Musicales, 2002), o la de José Miguel Barberá Soler, que ha documentado profusamente su vinculación con Granada, primero en su libro 'Tomás Bretón y los conciertos de la Alhambra' (ed. Comares, 1999), en el que describe las visitas de Bretón a Granada al frente de la Orquesta de la Sociedad de Conciertos, inaugurando los conciertos en el Carlos V en 1887 y con su presencia en Granada hasta prácticamente su muerte en 1923, actuando durante diez años. Un segundo libro de José Miguel Barberá, 'Los conciertos del Palacio de Carlos V: Anales (1883-1923)' (Algorfa Ediciones, 2023), detalla el periodo que va de 1883 hasta los conciertos de 1923, año del fallecimiento del maestro Tomás Bretón, sin duda alguna protagonista junto con Enrique Fernández Arbós (Madrid, 1863-San Sebastián, 1939) y la Orquesta Sinfónica de Madrid a partir de 1906, de esta primera etapa de la historia de la música en Granada que conduciría como consecuencia en 1952 al festival Internacional de Música y Danza, creado por Antonio Gallego y Burín (1895-1961), que vivió intensamente la experiencia de la presencia de Tomás Bretón y Enrique Fernández Arbós en los conciertos del Corpus en el Carlos V, en lo que se considera los antecedentes del Festival.
Tomás Bretón, autor de 'La Estudiantina de Granada'
Tomás Bretón tuvo una buena sintonía con los estudiantes universitarios, tanto en Salamanca como en Granada. De 1877 data su juguete lírico 'Cuidado con los estudiantes', denominado tres años más tarde 'Estudiantes y alguaciles', y en 1909 dedicó a los estudiantes de Salamanca un pasodoble titulado 'A la Tuna escolar salmantina' que le nombró en agradecimiento 'Presidente honorario'. En Granada, la Estudiantina de Derecho y Filosofía y Letras solicitó composiciones a varios compositores en 1897 al objeto de conseguir fondos durante el carnaval para los enfermos y heridos de las guerras de Cuba y Filipinas, y Tomás Bretón les dedicó 'La Estudiantina de Granada' con letra del prolífico escritor Eusebio Blasco Soler (Zaragoza, 1844-Madrid 1903). La primera estrofa comienza con 'La sultana de occidente / reina de Sierra Nevada, / pide para los heridos / defensores de la patria', y la tercera: 'Las mujeres de Granada / tienen en los labios miel,/ cuando salen por las calles / echan la sal a granel'.
'La Música y su influencia social'
Es el título de la 'Conferencia leída en el Ateneo Artístico y Literario el día 12 de febrero de 1905 por Tomás Bretón', impresa en edición no venal, (según anotación del librero Antonio Palau). La documentada exposición de 29 páginas acredita la excelente formación del compositor en defensa de la música y su influencia en el ser humano, siendo esta una de las primeras ocasiones (si no la primera) en que se plantea en nuestra historiografía el tema de la sociabilidad de la música. Para ello se remonta a Pitágoras, y la define como la más social de las bellas artes. Lo es tanto que para exteriorizarla es indispensable en muchos casos el concurso de gran número de personas' (pág. 15), haciendo un recorrido histórico de la difusión utilitarista de la música desde el mundo antiguo hasta el siglo XX, recorriendo la cultura musical de la diversas naciones europeas: «Habéis de saber que así como los primeros cristianos utilizaron la música homófona o monódica, mejor dicho, para propagar el Evangelio, así Lutero empleó desde los comienzos de su predicación la música polifónica ya para difundir su protesta, no faltando pensadores que hayan atribuido al influjo de nuestro arte la rápida multiplicación de sus adeptos. Cómo germinó esta semilla nos lo muestra el desarrollo portentoso que alcanzó la música en todo el centro de Europa con Bach, Händel, Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Mendelssohn, Schumann, Wagner… sin contar Dioses menores».
Recientemente el Festival Internacional de Música y Danza de Granada ha sido premiado por su éxito de público y excelente promoción y gestión. De inmediato he trasladado mi enhorabuena a su responsable, al mismo tiempo que constato con pesar la deriva de las programaciones, en general, de los festivales musicales españoles, basadas en las figuras y repertorio internacional gestionados por las agencias de conciertos, olvidando casi por completo la recuperación, producción y difusión de nuestro excelente patrimonio musical. Excepcionalidad que debería ser característica de cualquier festival de música español financiado con dinero público. ¡Qué ocasión perdida y que injusto el olvido de Tomás Bretón en el centenario de su fallecimiento!
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