El antiguo símbolo del esplendor de la pujante sociedad almeriense
Casino Cultural (Almería) ·
Hoy es la Delegación del Gobierno de la Junta, pero antes fue vivienda burguesa y luego punto de encuentro en torno a las artes en la capital.José Antonio Muñoz
Granada
Martes, 23 de agosto 2022, 00:14
El Casino Cultural, antiguo palacete de Emilio Pérez, es un edificio histórico de la capital almeriense, que fue clasificado como Monumento Histórico-Artístico desde 1982 ... y como Bien de Interés Cultural desde el 7 de marzo de 1985. Hoy es la sede de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería.
Tal y como ocurre con el antiguo edificio de la Diputación Provincial, este Casino Cultural es uno de los más importantes testimonios del pasado burgués de la provincia, recuerdo de una industria vinculada, básicamente, a la extracción de materias primas.
El antiguo Casino Cultural es, pues, una vivienda palaciega burguesa proyectada en estilo historicista por el arquitecto almeriense Enrique López Rull en 1888, y su primera dedicación fue residencial, como vivienda para Emilio Pérez Ibáñez, destacado miembro de la burguesía almeriense durante la Restauración que siguió a la I República, de la que el próximo año, por cierto, se cumplirá su 150 aniversario, y que fue presidida por el también almeriense Nicolás Salmerón.
La institución del Casino Cultural había sido fundada en 1840 por Joaquín Vilches, y quedó definitivamente instalada en este inmueble en 1905, si bien hasta los años 20 no se reformaron y decoraron sus salones de baile, adecuándolos para celebrar bailes, tertulias y juegos como el billar o el ajedrez. Se convirtió en el punto de encuentro de la burguesía almeriense del momento.
Tiene dos plantas (la baja de arenisca clara y la superior de ladrillo rojo) sobre sótano y un patio lateral abierto más otras dependencias menores. Su carácter monumental aparece en el volumen aislado y la fachada, destacando su decoración de pilastras, frontones y balaustradas, con tres vanos por planta, puerta de carruajes y balcón corrido de carácter clasicista.
El interior consta de un vestíbulo cubierto por una claraboya acristalada y unas amplias escaleras de mármol que dan paso a la Sala Árabe que destaca por su decoración de yeserías, alicatados y atauriques.
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