La colchoneta habladora
Andrés Molinari
Sábado, 25 de octubre 2025
Ya lo dijo el teólogo: lo divino es inmutable pero cada fin de año juega a ser un recién nacido. La compañía de teatro La ... Zaranda camina hacia lo divino. Hace 48 años creó un estilo inimitable, neciamente imitado por otros, y con su inmutabilidad ha vuelto al Teatro Alhambra con su más reciente creación, a lo divino, titulada 'Todos los ángeles alzaron el vuelo'.
Pero lo que nos cautiva, seduce y embelesa de estos andaluces es ese aroma a espectáculo recién nacido, en el belén turbio de la vetustez y la prostitución. Porque esta vez, el dúo formado por Eusebio Calonge al texto y Paco de la Zaranda a la dirección, no se ha extraviado buscando el sexo de los ángeles, como en otras ocasiones, sino que ambos cuentan una historia de tugurio y harapo, de muerte absurda y homicidio al bies, de putas a la deriva y zangolotino tardo.
En el fondo, un hilván que viene de los relatos de pedigüeños de Galdós y pasa por los mendigos de Valle Inclán, camino de un Godot inicial que luego se desvanece con la huida en el autobús, la noche de los mosquitos y la danza espectral de la puta convertida en ángel.
En la forma, todo es viejo y nuevo. Una vez más La Zaranda prescinde de decorado para ceder íntegro el protagonismo al objeto entre manos. Decenas de ellos y todos cargados de símbolo, lo que nos deleita por el rico ingenio y la adecuada habilitación a la historia contada. Esos librotes que abren y cierran el texto, pespunteados de buena poesía; esos zapatos rojos de tacón alto que sugieren deseos e indolencias, esas putas enfundadas en plexiglás, trasunto del condón; esa silla con ruedas y agujero en el asiento… y esa colchoneta que es yacija para el cuerpo, cárcel para el vuelo, martillazo que intimida y amenaza, mujer habladora de tantas historias como suponemos sobre su alambrada.
No me cansaré de incluir La Zaranda entre los más geniales titiriteros. Sólo ellos saben manejar los objetos elegidos entre la penumbra y la charlatanería, hacerlos hablar incluso con ese deje andaluz de tierras gaditanas al que no renuncian los cinco actores en escena.
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