Alejandro Algarra hace historia
El pianista ofrece el concierto 'Emperador' de Beethoven acompañado por la Joven Orquesta Mediterránea
JOSÉ ANTONIO LACÁRCEL
Lunes, 26 de febrero 2018, 01:20
Un joven granadino con una enorme proyección para el futuro, aunque ya en el presente está alcanzando un nivel muy alto. Estoy hablando-escribiendo sobre ... Alejandro Algarra, pianista con una sólida formación, trabajador, humilde, con planteamientos donde la autexigencia es una realidad y gracias a ese trabajo, a esa constancia y al indudable talento que posee puede presentarse ante el público de la costa granadina, en Almuñécar, y superar con todo éxito el gran reto que supone enfrentarse al Concierto para piano y orquesta nº 5, en Si bemol opus 73, del genio de Bonn. Cuando se le denomina Emperador no es sino por la gran calidad que tiene, por lo excelso que resulta, porque es un compendio de todo el talento de un compositor excepcional. No voy a caer en la tentación de hacer un somero análisis de esta obra. Todo el mundo la conoce, la inmensa mayoría la admira sin la menor discusión. Pero lo que sí considero de justicia es el reconocer el valor y la seria responsabilildad asumida por Alejandro Algarra, seriedad y responsabilidad que tiene como consecuencia una estupenda interpretación de tan hermosa obra.
No hizo el pianista ninguna concesión. Se ciñó con justeza ante la responsabilidad de adentrarse en el mundo estético de Beethoven. Demostró desde las primeras intervenciones la posesión de una técnica depurada, la musicalidad imprescindible para acometer esta tarea. Se sintió seguro, se sintió feliz y consiguió hacer partícipe de esa felicidad a todo el público, por cierto un público excelente, respetuoso, serio y de comportamiento ejemplar. Primer movimiento en el que el diálogo entre pianoy orquesta alcanzas unas proporciones difícilmente superables. Seguridad, técnica, estupenda digitación. Supo transmitir todo lo que pide Beethoven y el resultado no pudo ser mejor. Segundo movimiento donde la belleza, la delicadeza de la melodía requiere una interpretación llena de sentimiento, sin olvidar la parte técnica. Y con esos compases de transición se pasa al vibrante tercer movimiento donde de nuevo el diálogo brillante entre piano y orquesta alcanza las más altas cotas. Bien, sinceramente bien estuvo Algarra, acompañado por la Joven Orquesta Mediterránea que se entregó a la difícil tarea que tenía en esta integral de los conciertos de piano de Beethoven. Michael Thomas estuvo muy atento para cumplir la doble misión que le impone la obra, una tarea de acompañamiento y un rotundo protagonismo orquestal que está presente en esta creación de Beethoven.
En la primera parte el Concierto nº 3 en Do m, opus 37, otra de lasmás hermosas páginas de la literatura concertística de Beethoven. Con la Joven Orquesta Mediterránea una solista, Noelia Rodiles, que nos ofreción un Beethoven sugerente, un Beethoven apasionado, un Beethoven donde se dan la mano la grandiosidad y ese lirismo que aparece en este concierto. Tuvo una buena actuación, siendo muy interesante su participación en el programa. Su actuación estuvo llena de delilcadeza. En definitiva una noche gratísima donde la juventud y la buena preparación artísitica tuvieron un gran protagonismo.
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