La OCG acaba con sus problemas económicos y tiene dinero en caja

Francisco Cuenca, el alcalde de Granada y presidente a la sazón del Consorcio Granada para la Música, defiende su «cabezonería» para que la OCGentrara en una situación de tranquilidad que hoy la convierte, a su juicio, «en una de las orquestas con más futuro en nuestro país». Se remite el primer edil a las complejas convocatorias del Consejo Rector durante el anterior mandato municipal «en el que casi me quedé solo defendiendo que si no salvábamos a la orquesta nos íbamos a arrepentir, y mucho. Hoy, el tiempo me ha dado la razón». y esa razón se cuantifica en los 322.307,62 euros de remanente de tesorería, con un resultado presupuestario ajustado de 278.231,61 euros, que, según Cuenca, «la orquesta tiene a su disposición para afrontar gastos del día a día, mientras que hace tres años no podía pagar ni a las azafatas».

El Ayuntamiento es la primera fuente de financiación de la orquesta; la segunda, con solo 300 euros de diferencia –el 0,1 por ciento de la participación– es la Junta, que presidió el Consorcio hasta que le 'pasó el testigo' al consistorio hace una década. Su representante actual en Granada, aunque sea en funciones, Antonio Granados, también se felicita por el buen momento que vive la formación, y recuerda «el esfuerzo que ha hecho la Consejería para ponerse al día en los pagos. Una vez aclaradas las responsabilidades, hemos hecho aportaciones extraordinarias para conseguir que la orquesta esté al día». Las tres administraciones que forman el concierto, incluyendo la Diputación, que aporta 443.725,31 euros, mantendrán en 2022 sus aportaciones de 2021.

Según el presidente del Comité de Empresa de la OCG, Jaume Esteve, «estamos en un buen momento. Casi tenemos que pellizcarnos para creérnoslo. Pero lo que tenemos ahora ha tenido un precio muy alto. Hemos pasado muchos meses de incertidumbre». Ahora, sin embargo, aboga por mirar hacia delante. Y lo fundamental, conseguida también la estabilidad institucional con el nombramiento de un gerente, Roberto Ugarte, y un director artístico, Lucas Macías, «con los que estamos encantados», según Eseve, es seguir creciendo.

Ypara ello, lo primero va a ser cubrir las plazas vacantes. Las primeras serán las de concertino, concertino asociado, y solista de viola. En el primer caso, algo fundamental para una orquesta como la de Granada, que ha pasado muchos años, como asegura Esteve, «cubriendo de forma muy profesional pero precaria una tarea clave. El concertino no puede ser distinto cada semana», asegura. También se va a proveer la plaza de principal director invitado –con un sueldo de en torno a 30.000 euros anuales–. Todos están de acuerdo en que se consolide al maestro Zacharias.