«Granada tiene la hermanad sacramental más antigua»

–Las hermandades sacramentales nacen por deseo de Isabel la Católica. Nuestra hermandad es la primera que se funda en España con estatutos formalizados y reconocidos en 1.525, aunque tenemos documentos desde 1.512. Nos enorgullece afirmar que somos la más antigua del mundo, aunque a la de Supra Minerva de Roma le reconocieran sus estatutos un año antes. Nuestra hermandad ha permanecido activa en el tiempo, y desde 1990 se transforma en una hermandad moderna y se actualiza. Hasta los años setenta acompañábamos al Viático a las casas de los enfermos, y siempre hemos dado culto al Santísimo en la parroquia del Sagrario y hemos sido parte fundamental de la procesión del Corpus, incluso llegando a formar parte del Cabildo Catedralicio.

–¿Qué actos realizan?

–Hay que tener en cuenta que, al ser una hermandad exclusivamente sacramental es de una religiosidad muy profunda que hoy en día cuesta entender. Somos 106 hermanos activos, el número más alto de la historia, una hermandad muy abierta. Realizamos actos eucarísticos, misas de hermandad cada mes, triduo al Dulce Nombre de Jesús en enero, triduo en Semana Santa, cabildos y, como colofón, la celebración del Corpus y sus octavas. Participamos también en la actividad de la parroquia.

–¿Cómo viven cada año la llegada de la festividad del Corpus?

–Para nosotros el Corpus es como para las Hermandades de penitencia la Semana Santa. Acompañar al Santísimo es lo más deseado y los momentos que nos brinda la Catedral son de una belleza exterior, y especialmente interior, sin igual.

–¿Y este año cómo van a vivir la festividad del Corpus?

–El sufrimiento interior es muy grande, no obstante vamos a poder disfrutar de un Corpus reducido pero muy íntimo. Un grupo de treinta hermanos acompañará al Santísimo dentro de la Catedral, llevaremos el palio de la hermandad, el guión y hermanos con cirios. Los cultos de las octavas sí siguen igual, aunque sin procesiones.

Desde que entré en la hermandad para mí la fiesta del Corpus, cambió plenamente. La fiesta en sí paso a un segundo lugar y lo que verdaderamente me llena, me ilusiona y vivo es poder estar junto a Jesús Sacramentado.