La procesión de los doce minutos eucarísticos

De pocos en pocos accedían los fieles desde una hora antes al templo, se lavaban las manos y seguían el ritual obligado en lugar de santiguarse con el agua bendita de las pilas, ahora secas. Ya dentro de la nave principal del templo tan sólo podían estar unos seiscientos fieles guardando las consabidas medidas de distanciamiento e higiénicas, sin tocarse entre ellos y con los aplausos como única manera de expresión conjunta. Y buen uso que hicieron de los aplausos cuando a las once y treinta y dos minutos de la mañana aparecieron los cuatro primeros miembros de la cuadrilla sacramental de costaleros portando la Sagrada Forma ubicada en el interior de la Custodia del Corpus Christi, del siglo XVI. Por doce minutos se reiteraron mientras el himno Eucarístico «Cantemos al Amor de los Amores» se interpretaba por la megafonía del templo. Otros cuatro realizaron el trayecto de regreso a la capilla mayor de la Seo.

Con anterioridad se había celebrado la Eucaristía presidida por el Arzobispo. En sus palabras tuvo gestos de gratitud hacia los que han sido «nuestros guardianes» durante todo el tiempo del confinamiento «en el que aún nos encontramos inmersos». También ha recordado a los fallecidos por la pandemia del Covid-19 «y de todos sus familiares que lo han sufrido de manera especial», dijo. El prelado granadino, con sus ya diecisiete Corpus vividos en nuestra ciudad, señaló que «La celebración del Corpus es la reencarnación perenne de Cristo en la Eucaristía y realizó una referencia a «los balcones que antes estaban solos y solo balcones eran. Ahora han estado llenos de vecinos porque era una manera de decirnos que todos tenemos necesidad de todos» y recordó a todos que «esta fiesta es la fiesta del Amor».

En la celebración estuvieron presentes varios miembros del Consistorio granadino presididos por el alcalde de la ciudad, Luis Salvador, junto con los integrantes de la Hermandad Sacramental del Sagrario y de la Federación de Cofradías con su los hermanos mayores de las treinta y dos cofradías y con su presidente, Jesús Muros.

Concluida la Eucaristía fue la procesión con el Santísimo que el canónigo Miguel Ángel Morell situó en la Custodia del siglo XVI que es la que habitualmente vemos tan sólo en este día y en la procesión de la Octava que se había ubicado sobre las andas de plata de la Virgen de la Antigua, primitiva Patrona de la ciudad. Doce minutos de procesión por el recorrido de la nave principal de la Catedral con ciento sesenta metros de longitud, de ida y vuelta. Fue, sin lugar a dudas, la procesión del Corpus más corta de la historia granadina.

Una vez concluida la procesión se dejó expuesta la Sagrada Forma en la Custodia y ante ella se desarrolló la Hora Santa de adoración al Santísimo, durante unos tres cuartos de hora. El canónigo José Ignacio Martínez retiró la Sagrada Forma de la Custodia y se ubicó en una Custodia de mano con la que el prelado impartió la bendición a los asistentes mientras sonaban las campanillas de la Catedral y caían, como es tradicional, la lluvia de pétalos de flores desde el arco toral del primer templo de la Diócesis.

Durante los próximos días se celebran en la Catedral los cultos de la Octava del Corpus hasta el jueves próximo, cada día a las siete de la tarde con la asistencia de hermandades Sacramentales y Asociaciones religiosas Eucarísticas.