Feria de Granada
De fiesta hasta que el Corpus aguanteEn Almanjáyar la diversión llega hasta el último minuto y se apuran las ganas de baile y risas hasta que sale el sol
Una semana después del mágico encendido de la Feria de Granada, Almanjáyar está en plena forma, con muchas casetas llenas hasta la bandera, aparcamientos a ... punto de llenarse y a sabiendas de que este sábado de verano y junio, último de feria, legiones de granadinos y visitantes tomarán las casetas, los columpios y sus sueños para apurar hasta el último minuto las ganas de baile y risas. Será hasta que el Corpus aguante, en hábil juego de palabras que todo el mundo sabe que significa hasta el alba, el amanecer, la madrugada de sueño, agujetas y resaca.
Chelo y Ana, que lleva en brazos a su pequeño Jaime, son dos amigas que van vestidas con resuelta elegancia. La primera es madrina de la segunda y vienen a darlo todo, aunque se quejan como todo el mundo de la terrible solanera que reina en Almanjáyar. «Este último sábado de feria hace mucho calor, mucho calor, pero no pasa nada, porque es muy divertido», explican estas dos granadinas.
Jaime, el pequeño, está en otro lío, vestido de corto, no deja de alucinar con los caballos, carrozas y enganches, hoy día grande de concurso, que desfilan por las calles del ferial con todo su potencial de tradición y fantástica estética. Entre unas cosas (el concurso de enganches)y otras (la caseta que está hasta los topes), Chelo y Ana lanzan su recomendación para la última noche del Corpus.«No se puede dejar de venir aunque haga calor». Así que ya se sabe y a tomar nota. «hay que guardar fuerzas para el último día».
Mejor en familia
Son siete magníficas que van juntas, risueñas y muy elegantes. Los trajes son maravillosos y van juntas desperdigando elegancia por donde pasan. Se llaman María Angustias, Carmen –que lleva en brazos a Adonais–, Laura, Aurora Margarita, Nieves y Carmen. Siete nombres para siete trajes espectaculares y siete sonrisas que hacen que la feria del Corpus de Granada sea si cabe más entrañable y a la vez, espectacular.
Entrañable porque son familia y aprovechan siempre el último sábado de feria para subir a Almanjáyar y pasarlo todos juntos. «Somos de Granada y aquí estamos porque nos gusta mucho la feria. Aquí venimos a bailar y a disfrutar».
Tienen también sus consejos para disparar esta última bala de jolgorio y buenos sentimientos. «Recomendamos que se disfrute hasta el último momento de la fiesta, porque la feria es solo una vez al año». Y por esta razón, también apuestan por subir todos juntos. «Eso es, venir al Corpus con la familia y los amigos es mucho mejor todavía», van explicando todas y cada una de ellas. Están de acuerdo.«Lo mejor es que siempre venimos todos en familia el último día de feria».
La feria de Granada no es solo un gran atractivo para la gente de Granada. Alas puertas del verano, con los exámenes de la universidad ya terminados, jóvenes de las provincias vecinas andaluzas apuestan por pasar el fin de semana en la ciudad de la Alhambra y visitar Almanjáyar. Es interesante comprobar que sus apreciaciones y opiniones colocan al Corpus en niveles de primera división por su ambiente, su cercanía, el buen trato y la gran presencia de la juventud.
Desde Córdoba
Por ejemplo, Victoria, Ana, Noelia, Pablo y Virginia, que han venido desde Córdoba y se han vestido para la ocasión y todo el grupo está encantado de haber venido a pasar el fin de semana de Corpus a Granada. «Nos resulta una feria muy acogedora y estamos muy pero que muy a gusto». Su plan es bastante sencillo, y eso que todavía no son las seis de la tarde de este sábado. «Vamos a estar hasta que el cuerpo aguante», confiesan divertidas.
Camisas blancas con lunares negros, acento de Sevilla, de la pequeña localidad de Montellano, conforman una despedida de soltero de este grupo de jóvenes que están enamorados de Granada. «Nunca habíamos venido, y nos encanta». Las razones son varias. «Nos gusta mucho el rollo que hay entre la gente, porque hay mucha joven». La segunda está basada en la diferencia. «La ventaja es que aquí te dejan entrar en todas las casetas». «Vamos a volver, fijo», terminan.
La Alboreá es una caseta tradicional con un ambiente muy divertido. En una mesa se han sentado muchos caseteros y caseteras, que hacen bromas de continuo. «Lo mejor de este sábado es que la gente ya se ha ido a la playa y estamos muy a gustico», y se parten de risa.
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