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Estudian los espacios de borde entre zonas cerealistas y nuevos cultivos intensivos de olivar Merche S. Calle
Unidos en defensa de la estepa
El valor de las zonas áridas

Unidos en defensa de la estepa

Científicos, naturalistas y técnicos ambientales de toda Andalucía piden la protección de territorios de alto valor ecológico y sus habitantes. Alertan de la pérdida de un ecosistema que califican como imprescindible

Juan Enrique Gómez y Merche S. Calle

Domingo, 25 de marzo 2018, 11:09

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Cada día es más difícil oír el estridente y continuado canto de los trigueros, una pequeña ave parecida a los gorriones que hasta hace poco tiempo se podía considerar reina de los trigales. Actuaciones que aparentemente inocuas para el medio natural, como gran parte de los viejos postes de vallas que separaban los campos y otras como talar arbustos, generan que estos pájaros no tengan oteaderos desde los que comunicarse con sus congéneres, buscar pareja y localizar granos semillas e insectos para alimentarse y llevar comida a sus polluelos, lo que provoca una drástica reducción de sus poblaciones. Los usos no sostenibles de las estepas, de los territorios que se consideran cerealistas y extensiones de secano que se convierten en olivares de alta producción y enormes zonas de cultivos intensivos a base de riegos motorizados, tienen víctimas directas: las poblaciones de fauna y flora de las estepas y dehesas que se distribuyen por toda la geografía andaluza y, de forma muy especial en el norte y noreste de la provincia de Granada. Casi la totalidad de la avifauna que habita estos territorios está en seriamente amenazada.

MaLos cultivos de cereal van convirtiéndose en islas ante el avance de los olivares intensivosl
MaLos cultivos de cereal van convirtiéndose en islas ante el avance de los olivares intensivosl FRANCISCO C. PARODY

El pasado mes de octubre IDEAL dio la voz de alarma tras conocer los informes de un naturalista y celador forestal de Sierra Nevada, Francisco J. Contreras Parody, que alertaban sobre la situación de las aves esteparias y los ecosistemas donde viven. Ahora, un grupo de científicos y especialistas de todas las provincias de Andalucía se han dado cita en Granada para poner en marcha iniciativas que hagan que las administraciones, tanto a nivel autonómico como local, tomen cartas en el asunto y pongan freno al avance de prácticas incompatibles con el normal desarrollo de especies que solo pueden vivir en estos ecosistemas. “Han asistido miembros de organizaciones dedicadas al cuidado del medio ambiente, representantes del CSIC, biólogos, ingenieros, técnicos de diferentes administraciones, personas muy relacionadas con el seguimiento y estudio de la biodiversidad, y todas ellas realmente preocupadas por una situación que se puede convertir en un nuevo episodio de desaparición de especies que forman parte de la historia natural y el acervo cultural y social de estos territorios”, afirma Contreras Parody, que desarrolla estudios sobre el comportamiento y presencia de comunidades de aves esteparias en la provincia de Granada.

Los asistentes a esta primera acción en defensa de las estepas y zonas áridas, “queremos que la ciudadanía conozca la gran riqueza y diversidad natural que atesoran estos paisajes que muchos piensan que son yermos, pero que están cargados de vida y con especies muy singulares, con fauna y flora que no pueden vivir en otros territorios y que forman parte de los beneficios ecosistémicos que la naturaleza aporta a los pueblos”. Aseguran que la disminución de poblaciones de aves como gangas, sisones, trigueros, incluso perdices y codornices, no es más que la consecuencia de la desaparición de los sistemas agrícolas tradicionales, de usos y costumbres ganaderas en favor de explotaciones rápidas que no tienen en cuenta la protección del suelo, que alteran no solo la superficie sino que modifican acuíferos, arroyos, desforestan lo poco que queda, e incluso eliminan los campos de cereal para plantar olivares y enormes extensiones de lechugas y otras hortalizas, prácticas que en la zona noreste de Granada han crecido de forma considerable de la mano de multinacionales que compran o alquilan terrenos para convertirlos en explotaciones de rápido crecimiento, cosechas que se comercializan fuera de las fronteras granadinas y andaluzas. Son formas de cultivo que tras varias cosechas ‘queman’ la tierra y la hacen improductiva durante varios años.

La alteración de los ecosistemas arrasa la flora autóctona e incide gravemente en la viabilidad de las especies de fauna, ni siquiera deja lugar para el pastoreo, y genera un incierto futuro.

Un macho de sisón con plumaje nupcial, una de las aves típicas de zonas esteparias
Un macho de sisón con plumaje nupcial, una de las aves típicas de zonas esteparias FRANCISCO C. PARODY

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