La mitad de los residuos en las ramblas de Granada y Almería son plásticos

Ésta es la principal conclusión presentada hoy en Madrid, una vez finalizado este estudio impulsado por la Fundación Ecoalf de moda sostenible y la compañía Lanjarón, envasadora de agua mineral, para ayudar a tomar conciencia sobre la acumulación de basuras en los cauces cercanos a las costas, que terminan vertiéndose al mar arrastradas tarde o temprano por las lluvias torrenciales.

El presidente de la fundación, Javier Goyeneche, junto con su responsable de proyectos, Irene Díaz, y el encargado de sostenibilidad del grupo Danone al cual pertenece la empresa, Borja Lafuente, han recordado que el 80 % de la basura marina proviene de la plataforma terrestre.

El viento y la lluvia arrastran todo tipo de desechos abandonados por los seres humanos en un ejercicio de «abandono irresponsable» y, desde el momento en el que llegan a los ríos, éstos «actúan como las carreteras que llevan todos estos residuos hasta el mar», ha señalado Díaz.

Los organizadores de 'Para que la basura no llegue al mar' escogieron dos «puntos negros» de las provincias de Granada y Almería para desarrollar esta actividad.

Durante tres días, recogieron un total de 1.280 kg que han sido trasladados posteriormente a una planta de tratamiento de basuras para su reciclaje, con lo que «hemos limpiado cerca de 5 hectáreas del litoral andaluz».

Ahora, los materiales recogidos serán tratados para que, al menos parte de ellos, puedan volver a ser utilizados en la producción de artículos de moda elaborados por Ecoalf, impulsando así la economía circular.

El encargado de conducir el acto, el meteorólogo y presentador de TVE Marín Barreiro, ha aprovechado para hacer referencia al cambio climático que «cada vez provocará más eventos extremos, aunque podemos afrontar la situación con más iniciativas como ésta».

Lafuente ha defendido esta campaña afirmando que «ojalá pudiéramos juntarnos todas las empresas para hacer algo macro, una acción global importante» y ha recordado que el proyecto se financia a través de los beneficios de su botella de color rojo, elaborada con un 50 % de PET reciclado y 100 % reciclable.