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Juan Enrique Gómez
GRANADA
Viernes, 25 de mayo 2018, 13:14
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Hacía décadas que el cauce del río Genil a su paso por la capital granadina presentaba una imagen como la que puede observarse desde hace unos días, con el cauce cubierto de agua a gran velocidad en todo su recorrido. El desagüe del pantano de Canales por la gran acumulación de agua que llega a causa del deshielo de Sierra Nevada, ha provocado que se dejen escapar algo más de 3.000 litros de agua por segundo para evitar que la presa rebose.
Desde la zona de aguas rápidas, al inicio de la ciudad, junto a la carretera de la Sierra, y el puente Verde, el agua discurre con fuerza, e incluso arrastra algunos troncos y ramas. Se embalsa un poco en la zona del puente romano y vuelve a correr rápida y tumultuosa hacia el Palacio de Congresos, hasta la Inmaculada y sigue hacia la Vega.
Es curioso comprobar como la cantidad de agua que desemboca desde la salida del Darro, es mínima comparada con la que lleva el cauce del Genil, un río que tiene como singularidad que suele llevar más agua en verano que en invierno, ya que se alimenta, fundamentalmente, con el agua del deshielo, por lo que cuando otros cauces están secos, el Genil tiene más agua que nunca.
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