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Una ranita del sureste lanza su canto de cortejo desde las hojas de aneas J. E. GÓMEZ

Un año de escuchas de la ranita cantora

2019 será el año clave para salvar un anfibio bioindicador de la buena salud de los humedales

Juan Enrique Gómez y Merche S. Calle

Viernes, 1 de febrero 2019, 11:53

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Es una mancha verde y marrón, a veces dorada y azul, que se mantiene muy quieta entre las hojas de las aneas y los vértices de las ramas de los tarajes. Aunque se le observa sobre arbustos y vegetación de cierta altura es un anfibio, una pequeña rana conocida como ranita meridional o ranita del sureste (Hyla meridionalis) que está calificada como vulnerable a la extinción y que posee en el sureste mediterráneo y algunos puntos del norte de África sus últimos reductos, el más significativo y donde la especie parece recuperar sus poblaciones es la Charca de Suárez de Motril, donde ahora, en invierno, es posible observarla con una cierta facilidad si se presta atención a las variaciones de color de las hojas de las aneas. Pero su presencia se hace patente, casi omnipresente en la totalidad del humedal, es en primavera e inicio del verano por su insistente y particular canto de cortejo y apareamiento.

La Charca de Suárez lidera el programa para salvar una especie única del sureste mediterráneo y norte de África

Es, sin duda, la ranita cantora, una cualidad que ha sido aprovechada por científicos y observadores para poder llevar a cabo un censo de la especie, no solo en Motril, sino en cuatro comunidades autónomas y otros países como Marruecos. Granada, con la Charca de Suárez, lidera desde hace un año el proyecto Hyla del sureste, en el que colaboran 16 asociaciones, entre ellas las que lideran el proyecto, la Asociación Buxus, de Motril y la Asociación Herpetológica Granadina, con la participación de organizaciones escolares y de voluntariado que se han encargado durante el pasado año de realizar observaciones en diferentes puntos de la geografía de Granada, Almería y Murcia.

«Ya que la mejor forma de detectar al anfibio es mediante el oído, el objetivo que se persigue es doble: identificar los mejores momentos del año para censar las ranitas cuando están cantando y, una vez conocidos, explorar el territorio para buscar los últimos refugios de la especie en el semiárido paisaje del sureste», afirma Fernando Alcalde, uno de los responsables del proyecto en Motril, que asegura que la primera de las metas se conseguía al terminar 2018, con el seguimiento intensivo durante todo un ciclo anual en ocho localidades control del sureste ibérico, así como del entorno mediterráneo y norteafricano con el que comparar. «Se ha registrado la actividad de los cantos en los coros nupciales durante un total de 258 horas de escuchas nocturnas», dice Alcalde. El segundo cometido se encuentra en pleno desarrollo y se extenderá durante 2019, con los muestreos extensivos de rastreo realizados durante el primer año de proyecto en 137 localidades diferentes de presencia histórica o con condiciones óptimas. «Aún queda por finalizar el proyecto en el presente año insistiendo en las búsquedas mediante un exhaustivo protocolo de muestreo, tras lo cual será necesario afrontar después una segunda fase: proponer y ejecutar medidas de manejo y conservación que puedan favorecer la reversión de esta situación.

En la Charca de Suárez

El humedal de Motril se ha convertido en el punto de mayor presencia de esta especie, comparable con la laguna de Kola, en Nador (Marruecos). Según los censos realizados a lo largo del pasado año, se han alcanzado máximos poblaciones con 500 machos censados por su canto a lo largo del pasado mes de mayo. La Charca de Suárez es el humedal que presenta mayor continuidad en la actividad cantora, extendiéndose prácticamente durante todo el año. Solo en los muestreos de septiembre y enero no se ha detectado cantos en el día de muestreo, aunque sí se han realizado numerosas observaciones 'de visu', si bien en los días siguientes si ha estado presente. En el resto de las estaciones de la Península muestreadas, situadas en Málaga, Granada y Almería, la actividad se concentró mayoritariamente entre los meses de marzo y junio y excepcionalmente julio.

Los muestreos extensivos realizados en la costa de Granada han permitido localizar la presencia de poblaciones de ranita meridional en las vegas de Almuñécar, Salobreña y Motril así como ejemplares aislados en las zonas de cultivos subtropicales cercanos a Puntalón y en las proximidades de la población de Gualchos.

Es una especie muy frágil, que se ve afectada por la eutrofización (flalta de oxígeno del agua) y contaminación química, algo que ocurre en Zafarraya y la Vega de Granada; también le ha afectado el aislamiento de las poblaciones que impide su reproducción, caso de las poblaciones de Quéntar. Los incendios y eliminación de carrizales en Padul provocaron la merma de las que había hace unos años. En las ramblas y deltas de la costa, la disminución de poblaciones ha llegado a casi su extinción, excepto en la Charca de Suárez, debido a la desaparición de cañaverales y vegetación de ribera, la alteración de las ramblas y la proliferación de invernaderos que han destruido los ecosistemas naturales de gran parte de la franja litoral.

Ranita meridional en una rama de ricino J. E. GÓMEZ

Hyla meridionalis

Datos científicos, fotogalerías, reportajes y vídeo sobre la ranita del sureste en Waste Magazine

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