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Sábado, 25 de agosto 2018, 13:16

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Almohadillas de piorno rosa sobre rocas de pizarra. Tras los últimos árboles, el matorral nevadense marca la frontera de la alta montaña. En el collado de la Sabina las sendas se abren paso a través de las últimas laderas calizas para entrar en el dominio de las pizarras

JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE
Almohadillas de piorno rosa sobre rocas de pizarra. Tras los últimos árboles, el matorral nevadense marca la frontera de la alta montaña. En el collado de la Sabina las sendas se abren paso a través de las últimas laderas calizas para entrar en el dominio de las pizarras
Almohadillas de piorno rosa sobre rocas de pizarra. Tras los últimos árboles, el matorral nevadense marca la frontera de la alta montaña. En el collado de la Sabina las sendas se abren paso a través de las últimas laderas calizas para entrar en el dominio de las pizarras
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ideal Entre sabinas y enebros