Reforestar bosques, el arma de las empresas para compensar su huella de carbono

La absorción de dióxido de carbono les permite crecer y a las personas vivir gracias a la producción de oxígeno y, especialmente, compensar el daño de los humanos con las emisiones contaminantes, ya que son esenciales para mitigar la huella de carbono.

Un árbol es capaz de realizar la absorción de entre 10 y 30 kilogramos de CO2 al año, de hecho es en su fase más joven cuando necesitan una mayor captación de dióxido de carbono para desarrollar sus estructuras orgánicas que les permitan crecer.

Tanto es así que muchas empresas deciden, como parte de sus acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) dedicar un día de su jornada a reforestar zonas y replantar árboles.

Algunas de estas acciones se realizan con organizaciones que se han especializado en este tipo de actividades, como Bosques Sostenibles, que se dedica a desarrollar proyectos de reforestación en colaboración con otras empresas, quienes quieren involucrarse así en la lucha contra el cambio climático.

Aunque la idea surgió como un proyecto europeo de investigación en el que se analizaba la capacidad de absorción de diferentes especies arbóreas, ahora se dedican a replantar árboles en espacios naturales en zonas degradadas en todo el territorio español y también en Portugal.

Hasta la fecha han contado con la colaboración de más de 300 empresas para llevar a cabo proyectos que pueden ir desde «reforestaciones enfocadas a la compensación de emisiones o simplemente con el objetivo de generar un impacto positivo en el territorio, a proyectos de conservación, y acciones de voluntariado, donde las empresas implican a sus empleados en la plantación de árboles», detalla Elena Álvarez, directora de Bosques Sostenibles.

La preocupación por la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) ha generado un nuevo término para controlar y vigilar el impacto de las actividades humanas en el medioambiente: la huella de carbono.

Mediante su cálculo se puede cuantificar el impacto de la sociedad y también empresarial en el entorno, analizar la eficiencia de la empresa en la utilización de los recursos o la eficacia de las medidas aplicadas en la lucha contra el cambio climático. «También ofrecemos a las empresas realizar el cálculo de la huella de carbono que consiguen eliminar con la reforestación», añade Álvarez.

El Ministerio para la Transición Ecológica permite también registrar estas acciones que supongan una compensación del CO2. Hasta la fecha, Pontevedra, Ourense, Lugo y Burgos son las provincias españolas con mayor número de actuaciones, según datos del departamento liderado por Teresa Ribera.

Pero, más allá de los datos oficiales que algunas empresas deciden registrar, cada organización de reforestación de bosques ofrece sus propias estadísticas. Así, por ejemplo, en los once años de existencia de Bosques Sostenibles se han plantado, según datos de Elena Álvarez -directora del proyecto- más de medio millón de árboles «lo que ha permitido recuperar más de 500 hectáreas y compensar alrededor de 120.000 toneladas de CO2».

¿Es caro llevar a cabo estas acciones? Según Álvarez, «cuesta muy poco para todo lo que nos aporta» y, aunque el precio depende del proyecto y de la zona, como referencia asegura que son unos 8,5 euros. «Esto incluye el mantenimiento de los árboles durante un tiempo determinado hasta garantizar la perdurabilidad de los árboles», comenta.

Además, y pese a que muchas empresas se han lanzado a hacer este tipo de acciones en los últimos tiempos, Álvarez no cree que sea una simple moda. «Estamos cada vez más concienciados con el cambio climático y muchas empresas y ciudadanos están pasando a la acción. Las empresas tienen una gran responsabilidad, no solo deben de ser rentables deben aportar a sus clientes un valor adicional, hacer algo de verdad para garantizar el futuro del mundo que nos rodea», reflexiona.

Una de las empresas que lleva a cabo esta reforestación es Hewlett Packard Enterprise (HPE). Su Presidente y Consejero Delegado de España y Presidente del Sur de Europa, José María de la Torre, asegura que las acciones que han realizado son «muy enriquecedoras para todos». Cabe señalar que se hicieron varias jornadas y que en una de ellas pudieron participar las familias de los empleados. «La educación ambiental sensibiliza y transmite a todo y especialmente a las generaciones futuras valores esenciales como el sentido de comunidad y el respeto a uno mismo y al medioambiente. El cuidado de la naturaleza también ayuda a aprender a racionalizar los recursos y a aportar cada uno de nosotros su granito de arena en la lucha contra el cambio climático, para asegurar un futuro sostenible y cumplir el objetivo de mejorar nuestro mundo», señala este directivo.

La firma tecnológica comenzó con las reforestaciones en la sierra de Madrid, pero en su última actividad decidieron hablar con el Ayuntamiento de Las Rozas de Madrid, localidad donde se encuentra su sede en España, para compensar los efectos que el temporal Filomena dejó en el municipio. «La zona fue seleccionada por los responsables de Medioambiente del Ayuntamiento de Las Rozas, teniendo en cuenta que lo realizaríamos en dos sesiones con varios grupos, por lo que necesitábamos bastante terreno y que fuera posible llegar a pie desde nuestras oficinas, fomentando así la actividad física y que no fuera necesario utilizar el coche, evitando así emisiones de gases», detalla De la Torre.

La labor de Bosques Sostenibles se realiza mayoritariamente con empresas, aunque hace un par de años vieron que que las personas, a título particular, también querían colaborar en estos proyectos.

Por eso, decidieron crear una campaña para recuperar una zona incendiada en el 2019 en el Valle de Iruelas (Ávila). «Incorporamos un estudio científico basado en dendrocronología realizado por la Universidad de Valladolid. Obtuvimos muestras de 10 árboles quemados para que, a través de sus anillos nos contasen su pasado. Pusimos voz a estos árboles en unos podcasts, con la narración de la joven escritora Nagore Suarez», explica Álvarez.

Aunque, la directora se muestra satisfecha: «La campaña está funcionando muy bien». Asegura que esta zona «todavía necesita mucha ayuda», por lo que anima a quien quiera realizar su aportación en su proyecto La Verdad de los Árboles.