Nurettin Acar, CEO de Ikea: «Es difícil ser optimistas respecto al futuro, pero nosotros lo somos»
El propósito es un acicate para que empresas desarrollen acciones que impacten de forma positiva social, económica y medioambientalmente. Así lo cree Nurettin Acar, CEO de IKEA en España. Y así lo expresó en el I Foro Líderes con Propósito, donde aseguró que «hacer el bien con el negocio es un buen negocio»
María José Barrero
Martes, 12 de noviembre 2024, 09:40
«Vivimos en tiempos inciertos, en un momento que es crucial para el futuro de la humanidad», señaló el CEO de Ikea en España en ... el I Foro Líderes con Propósito, una encuentro único entre pensadores, representantes institucionales y los líderes de compañías punteras españolas.
En este espacio de pensamiento y debate abierto organizado por Vocento parara analizar cómo el propósito, el liderazgo y la cultura corporativa contribuyen al bienestar social, Acar se refirió a la crisis climática como «una realidad que estamos viviendo en todos los territorios y que afecta a nuestras vidas», antes de hablar sobre la «desigualdad creciente», que impide a muchas personas tener un verdadero hogar, a causa de la situación política global, el aumento de las migraciones, el incremento del coste de la vivienda, la dificultad de acceso a la misma y el movimiento de la población desde las áreas rurales a las grandes ciudades.
Trabajamos buscando soluciones a los retos ambientales y sociales dando pequeños pasos
«Con esta situación es difícil ser optimistas respecto al futuro. Sin embargo, nosotros lo somos y pensamos que un gran futuro es posible», dijo el CEO de Ikea, en línea con el propósito de la compañía: crear un mejor día a día para la mayoría de las personas.
Para ello, han puesto en marcha el Plan Allen, «que nació para tener un impacto positivo en la gente y en el planeta». El plan contempla invertir 10 millones de euros hasta 2025, en colaboración con las organizaciones WWF, Fademur, Cotec y Ashoka. «No podemos hacerlo solos. Trabajando juntos buscamos soluciones a los retos ambientales y sociales, dando pequeños pasos que tienen impacto». Su objetivo es proteger la diversidad, promover la igualdad en el entorno rural, apoyar el emprendimiento social y apostar por una economía más circular. En este sentido, el Plan Allen ha restaurado humedales y reforestado más de 100 hectáreas del Parque Natural de Doñana.
Pero también ha mentorizado negocios creados por mujeres en el ámbito rural y ha formado a más de 700 para que sean capaces de pilotar drones, que pueden ser útiles en sus explotaciones. Y ha promovido la gestión circular de residuos, agua y alimentos en pueblos de menos de 5.000 habitantes, creando más de 180 empleos. «Sabemos que no es suficiente, pero también que estamos en la dirección correcta», aseguró Acar, antes de invitar a «empresas, individuos e instituciones a pasar a la acción».
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