Vacunas de halloween
Andalucía en el diecinueve ·
El ruido electoral se deja oír tras cada Consejo de Gobierno, aunque nunca se quiera responder a preguntas que tengan que ver con elecciones o partidosMaría Dolores Tortosa
Sevilla
Domingo, 3 de noviembre 2019, 21:42
El bipartito andaluz anunció que volverá a afrontar estas elecciones repetidas con el mismo método de encapsulado que las de abril. Si bien ha logrado ... que entre al Parlamento el proyecto de ley del Presupuesto de 2020, la casi única medida de los últimos tres meses, y no hay roces que salgan a la luz entre los tres partidos de la alianza del cambio (PP, Cs y Vox), se les ve menos encapsulados. Si por este término se entiende lo que defendieron entonces, que iban a estar a lo suyo, al gobierno y la gestión del día a día en Andalucía, no está siendo así. El ruido electoral se deja oír tras cada Consejo de Gobierno, aunque nunca se quiera responder a preguntas que tengan que ver con elecciones o partidos; y menos con encuestas sobre vaticinios electorales. El bipartito, más el PP que Cs, ha endurecido el tono contra el PSOE, partido al que los sondeos auguran como ganador en Andalucía a bastante distancia de los populares. Ese tono duro entronca con la vieja estrategia del PP del ventilador cuando hacía oposición al PSOE.
Rifirrafe PP-PSOE
Habrá que esperar a que pasen las elecciones para contrastar si en la denuncia de las 'vacunas fantasma', más de 1,8 millones de pinchazos desaparecidos del programa informático de la Consejería de Salud, hay caso o no hay caso. Por ahora se trata solo de un rifirrafe entre PP y PSOE (curiosamente Cs se ha mantenido al margen y callado con este asunto), en el que el primero deja caer que pudo haber negocio con las vacunas desaparecidas, pero sin decirlo de manera explícita y con datos sin fuentes claras. En ese dejar caer parece que la pistola (con balas de fogueo o no, ya se verá) apunta a María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones, mujer destacada del equipo de Pedro Sánchez, pero sobre todo cabeza de lista por Sevilla, la provincia que más pupa puede hacerle al PP en las elecciones.
Anoten que en la denuncia de las vacunas desaparecidas se haya querido remontar hasta 2009, cuando Montero estaba al frente de la Consejería de Salud. Hasta ahora, las denuncias de la herencia recibida apuntaban sobre todo a Susana Díaz y a los últimos cuatro años. Los dirigentes populares del Gobierno insinúan lo de Montero, pero no tiran a darle, quizás guardándose las espaldas por si repite en Hacienda; pero sí los de Madrid, como Pablo Casado, que la acusó directamente de desviar vacunas.
La denuncia es muy seria. Si se demuestra que solo fueron vacunas despistadas en los registros y pinchadas a colectivos y entidades públicas previa petición y a personal de riesgo, como policías de los ayuntamientos, como dice el PSOE, no habría caso judicial, como insinúa el PP con su anuncio de recurrir a la Fiscalía. Pero se trataría en cualquier caso de una imagen de república bananera que se regalaran vacunas sin apuntarse ni siquiera en una libreta para que quedara constancia. Se trata de seis millones de euros en varios años, pero seis millones. Los socialistas tendrían que responder por ello e incluso asumir responsabilidades si hubiera habido una mala práctica. Si la cuestión es más grave, la Justicia decidirá; Pero si se trata solo de pólvora electoral para aniquilar al adversario, lo de las vacunas sería un arma de guerra política que debería limitarse solo a los atriles de las sedes de los partidos.
El paseíllo
La coincidencia de esta denuncia, con amenazas del PSOE de nueva querella a Bendodo, con la citación de todos los presidentes socialistas de las dos últimas décadas, incluida Susana Díaz, y cómo no, también Montero, a comparecer en la comisión de la Faffe, tampoco ayuda a creer que haya algo más que vacunas de 'halloween'.
El PSOE, el susto lo tiene en el cuerpo, quizás por la pérdida de iniciativa política al verse obligado a ir a remolque de las constantes campañas de la herencia recibida. Los populares se quedaron sin la sentencia del 'caso ERE', en la que esperan ver condenados a los expresidentes Chaves y Griñán. El TSJA cumplió su máxima de no interferir en el proceso electoral con una sentencia tan mediática a pocos días de los comicios.
Pero a falta de sentencia, habrá paseíllo de los mismos exdirigentes de la Junta en el Parlamento a instancias de PP, Cs y Vox para que hablen de la tarjeta de la Faffe utilizada en un prostíbulo. Aquí si hay una asignatura pendiente para los socialistas, la de explicar cómo se dejó engordar una fundación de enchufados; pero mucho peor, cómo se dejó que luego, cuando se «fumigó» la fundación, se pasaran el día mano sobre mano cientos de empleados en el SAE porque al ser laborales no podían hacer labores de funcionarios. Todo ello debe aclararse sin el ruido del 10N.
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