La ruta con cascadas infinitas ideal para hacer senderismo en Andalucía este otoño
El camino comienza con pozas y puentes colgantes que te llevarán hasta el nacimiento del río Borosa acompañado de cabras monteses y zorros
Otoño es una época ideal para hacer rutas de senderismo en Andalucía, ya que estos meses vienen acompañados de una bajada de las temperaturas y ... un clima más templado. Hay muchas opciones en nuestra comunidad, pero si lo que buscas es un itinerario con mucha vegetación y agua, las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, en Jaén, es la opción más recomendada.
Dentro de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas hay una ruta muy popular, la del río Borosa. Destaca sobre todo por la cantidad de pozas que encontrarás en la primera parte del sendero, accesibles al baño, y diferentes puentes de madera y desfiladeros sobre el caudal. Este es el paso por la Cerrada de Elías, de unos 7 kilómetros y 3 horas de duración. Hasta aquí, la dificultad es baja. El camino es paralelo a la ribera, con un paisaje frondoso, espectaculares formaciones geológicas y aguas cristalinas, estando acompañado de más senderistas y turistas con ganas de darse un chapuzón. Pero puedes descubrir mucho más si decides continuar.
Este es un sendero perteneciente al grupo de las 'Rutas del Agua' y se inicia en las inmediaciones del Centro de Visitantes Río Borosa, donde hay un aparcamiento bastante amplio donde dejar el coche. El precio es de 2,2 euros si se está menos de seis horas o de 14,50 euros si se supera este tiempo. Una vez dejes el parking de tierra atrás y cruces una piscifactoría, empieza el trayecto con el río acompañándote a la derecha. Seguidamente verás las pozas y después te adentrarás en la Cerrada de Elías con los puentes de madera sobre el agua.
Si quieres continuar el camino, tendrás que seguir una vez que acaba el desfiladero y llegar hasta la central hidroeléctrica. Aquí se encuentra la última fuente de agua de la ruta –hay varias a lo largo de los 7km–, así que no olvides llenar tu botella. A partir de este tramo, la ruta cambia: hay pendientes, un mayor desnivel y el sendero se vuelve más estrecho. La dificultad sube a media, pero merece la pena continuar hasta el nacimiento del río Borosa. En total son unos 25 kilómetros y la duración dependerá de las pausas que hagas por el camino –oscila entre las ocho y diez horas, ida y vuelta–.
Una vez pasada la central hidroeléctrica, el número de senderistas disminuye considerablemente y puedes encontrarte con cabras monteses e incluso zorros. Este tramo es mágico, pues verás muchas cascadas preciosas. La más conocida es la del Salto de los Órganos, una de las más espectaculares del Parque Natural. No obstante, aquí te recomendamos que hagas una pausa en la cascada de la Calavera, un lugar con mucho encanto e ideal para darte un baño solo, rodeado de naturaleza; te sentirás inmerso en una película.
Tras pasar el Salto de los Órganos, la pendiente se vuelve más pronunciada. Deberás subir y llegar hasta la entrada de unos túneles para atravesar esa misma montaña que antes veías desde abajo. Estos pasajes cuentan con unas cavidades en la propia roca desde las que puedes divisar parte del recorrido que has hecho hasta ahora. A la salida del último, solo pasarán unos pocos minutos hasta poder encontrar la Laguna de Aguas Negras o Embalse de los Órganos.
Aquí tendrás que coger un sendero que se desvía hacia la izquierda para llegar hasta el nacimiento del río Borosa y haber alcanzado el punto final de la ruta. También puedes continuar el camino junto al embalse antes del desvío y llegar a la Laguna de Valdeazores, aunque tendrás que sumarle algún kilómetro extra al recorrido. Por último, tan solo tendrás que volver sobre tus propios pasos y descender junto al cauce de unos de los principales afluentes del Guadalquivir. Es impresionante.
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