PP y PSOE afrontan sus congresos regionales con la vista puesta en el año electoral

En el PSOE-A, el congreso supondrá la culminación del proceso de renovación iniciado el pasado junio con las primarias para la elección de candidato a la Junta. La elección de Espadas desencadenó también el relevo orgánico. Al fijarse fecha para el congreso se convocaron elecciones primarias para secretario general, a las que sólo acudió el candidato, por lo que fue nombrado de manera automática.

Comenzó así un periodo de interinidad marcado por la ausencia de una ejecutiva regional, ya que la anterior, que acompañaba a Susana Díaz, no volvió a reunirse y la nueva sólo se conformará el próximo fin de semana en el congreso de Torremolinos.

Todos los congresos se inician con el informe de gestión de la Ejecutiva saliente. Se trata de una tradición que posiblemente se rompa en la cita de Torremolinos, la primera de los socialistas andaluces después de haber perdido el gobierno de la Junta tras 37 años ininterrumpidos, al haber cesado esa dirección cuatro meses atrás.

La ejecutiva regional que tomará el control del PSOE-A tras este pase de página deberá comenzar a actuar de manera inmediata en un clima de precampaña con escaso margen para ponerse al día. Al no contar ya los socialistas con el gobierno autonómico será una ejecutiva basada en el poder local y con mucho peso de los alcaldes en ejercicio.

La primera señal lanzada en ese sentido por Juan Espadas fue la confirmación con dos semanas de antelación -una novedad que también rompe con la tradición- del alcalde de Maracena (Granada), Noel López Linares, como futuro secretario de Organización .

Aunque aún se desconoce si López Linares será el número dos, ya que Espadas no ha adelantado con qué estructura va a conformar su ejecutiva y si habrá una vicesecretaría general, si se sabe que se tratará de una dirección que pretende tener presencia sobre el terreno, con mucha coordinación con la estructura de poder local que controlan los socialistas y donde la formación de cuadros tendrá mucho peso.

En ese sentido, una de las cuestiones en las que el secretario general ha mostrado interés es en la reactivación de la Fundación Alfonso Perales, el 'Think Tank' del socialismo andaluz puesto en marcha en 2009.

El congreso del Partido Popular en Granada también será el primero tras la llegada de Juanma Moreno al Palacio de San Telmo y todo girará en torno poner en valor al Gobierno. No causará ninguna sorpresa que todos los consejeros que el PP aporta a la Junta de Andalucía entren a formar parte de la nutrida Ejecutiva -seguramente con más de 60 integrantes- que resulte elegida.

La situación en el congreso del PP será diametralmente opuesta al anterior, celebrado en 2017, en el que un Juanma Moreno desgastado prematuramente tuvo que navegar entre tormentas internas.

Tampoco se espera que las disputas que por la injerencia de la dirección nacional se vivieron en los congresos provinciales vayan a tener incidencia en el cónclave regional. En primer lugar, porque esos congresos ya se han resuelto. Y también, porque los casadistas ya han conseguido su principal objetivo: colocar a su candidato, José Luis Sanz, a la Alcaldía de Sevilla. En ese sector valoran el gesto de Juanma Moreno al avalarlo con la foto en la que ambos se retrataron en el centro de la ciudad y, posteriormente, con la mención expresa que el presidente de la Junta hizo de Sanz cuando la convención itinerante del Partido Popular pasó por Sevilla.

Ahora todo girará en torno al presidente, que tendrá absoluta libertad para elegir a su equipo, en el que se prevé que haya continuidad en los principales puestos, con Dolores López en la secretaría general y Toni Martín en la vicesecretaría. La conformación de una ejecutiva tan amplia, además, permitirá contentar a todos las sensibilidades.

Pero más allá de cómo se conforme la nueva dirección, habrá una total coincidencia en torno a un nombre. Da igual a quien se consulte, en el PP todos los testimonios apuntan en una única dirección: «Va a ser el congreso de Juanma».