Fran Carrillo: «El problema de Ciudadanos no es de marca ni de proyecto, es de personas»

-Se han cumplido tres años desde las elecciones del 2 de diciembre de 2018. ¿Qué balance hace?

-El balance es muy positivo y se debe a la valentía de los andaluces, que lanzaron un mensaje muy importante a los que creían que Andalucía era suya. Le dieron la confianza a un proyecto que verdaderamente está transformando Andalucía, porque solamente desde políticas liberales está avanzando. Las políticas conservadoras a izquierda o derecha frenan el crecimiento de una sociedad. Les dijimos a los andaluces que no tenían que elegir entre tener bajos impuestos o buenos servicios públicos. Es una dicotomía falaz.

-En aquel momento la mayoría votó en contra de lo que había, pero no está claro que se haya votado por un proyecto liberal.

-Se votó un cambio, y el cambio que le propusimos los andaluces lo vieron bien. Transparencia por corrupción, empleo por paro endémico, Andalucía del ciudadano autónomo por la Andalucía cautiva de unas siglas corruptas. Ese proyecto nos hizo convertirnos en la tercera fuerza del Parlamento, en un empate técnico con el PP, y lanzó el mensaje de que la política sólo cambia si impedimos que los mismos hagan lo mismo. Si dejamos que la política sea lo que el bipartidismo diga o lo que los extremos quieren, si no la hacemos real y práctica a los intereses de los ciudadanos, deja de tener sentido. Un grupo de locos de la sociedad civil entendió que podíamos representar mejor a los andaluces si nos uníamos para darle un proyecto diferente a lo que había.

-Tres años después, las proyecciones demoscópicas dicen que de las tres fuerzas que protagonizaron el cambio, Ciudadanos es la que peor lo ha aprovechado. Hasta el punto de que la incógnita es si sobrevive o no.

-Hay que preguntarse por qué el PP ha rentabilizado todo lo que está pasando de bueno en el gobierno del cambio. Por qué está rentabilizando toda la gestión de las consejerías de Ciudadanos, que son las mejor valoradas por los andaluces. Hay que reflexionar eso, y cómo Ciudadanos no es sólo una persona. Ciudadanos es un proyecto, son muchas personas trabajando detrás, es el concejal que lleva todos los días ideas a su municipio para hacerlo mejor, es el militante que se levanta por la mañana pensando cómo puede contribuir su sociedad, somos los 21 diputados del Parlamento Andaluz. Somos todos, y durante tres años parecía que Ciudadanos es sólo una persona y eso nos ha perjudicado.

-La debacle no es sólo en Andalucía

-La marca arrastra para bien y para mal. Nos han castigado por errores cometidos fuera de Andalucía y todavía nos estamos recuperando, pero eso no significa que el proyecto no sea válido. La gente reconoce que la existencia de Ciudadanos es buena para la democracia española pero sobre todo para tener instituciones equilibradas. Si todo eso te lo reconocen, el problema no es de marca, ni de proyecto, ni de ideas. Es un tema de personas.

-¿Cree que hubo una política deliberada de concentrar toda la atención en Juan Marín?

-Es una sensación que compartimos en el grupo parlamentario, pero sobre todo es una sensación que comparten los que están fuera. La sobreexposición en política siempre es perjudicial. Un partido de fútbol once contra uno lo pierdes siempre.

-¿Los consejeros de Ciudadanos han tenido bajo perfil político?

-De forma deliberada. Si tú le estás diciendo al votante andaluz que no se diferencia el PP y Ciudadanos, van a votar siempre al caballo grande, que es el que ya conocen y encima es el que está presidiendo. Yo sí diferencio.

-¿Los consejeros deberían haber tenido un perfil más alto?

-Hay quienes gobiernan mirando las encuestas, y yo creo que hay que gobernar mirando las necesidades. Hay quienes gobiernan poniendo a personas que saben vender y hay partidos que preferimos poner a personas que solucionen problemas. El político bla bla bla, Ciudadanos no lo puede replicar. Que nos digan que tenemos gestores y no políticos no es malo. A Andalucía no la ha cambiado el PP, la ha cambiado Ciudadanos. Ciudadanos tenía dos opciones, o gobernar con el PSOE o gobernar con el PP, y nosotros entendimos el mandato de los andaluces. Que Vox no se apunte el tanto, porque no tenía otra opción. ¿O iba a dejar gobernar al PSOE? Quien eligió el cambio fue Ciudadanos, que sí tenía dos opciones. Este proyecto es necesario, además, porque necesitamos una revolución liberal. La batalla cultural hay que darla, pero recuperando la idea del individuo por encima de la masa, de la tribu y del colectivo. Dejar las identidades colectivas que la izquierda y el populismo imponen y cambiarlas por los derechos individuales de las personas.

-Usted estuvo en la reunión donde se grabó el audio

-No voy a entrar en esa polémica. Espero que esas prácticas se acaben. Si alguien quiere seguir en esas prácticas, ojalá lo pillen.

-Inés Arrimadas ha vuelto a abrir la puerta a una confluencia electoral del PP y Ciudadanos

-Yo quiero un proyecto autónomo liberal, no sumiso ni subsumido. A mí me llevan atacando muchos meses diciéndo que me voy al PP y ahora resulta que los que quieren cerrar acuerdos con el PP son otros. Creo que eso se debería consultar a los afiliados y tendrán que explicar por qué ese interés. Creo que nuestro gobierno con el PP debe continuar pero yo lo tengo claro, Andalucía está mejorando porque está Ciudadanos en el Gobierno. El año que viene, o hay una Andalucía con Ciudadanos o hay una Andalucía con Vox. Eso es lo que tenemos que explicar a la gente.

-¿Cree que debe haber primarias en Ciudadanos?

-Los estatutos dicen que tiene que haber primarias, que los militantes tienen derecho a ser escuchados y que su voz tenga validez. Los militantes han estado silenciados y apartados durante tres años y sólo se ha contado con ellos para dar palmas o pegar carteles.

-¿Va a haber un candidato alternativo a Juan Marín?

-Espero y deseo que lo haya. Creo que Juan Marín está haciendo una buena gestión como vicepresidente de la Junta. Pero una cosa es la gestión que se está haciendo en el Gobierno y otra la que se está haciendo en el partido. Las figuras de partido y de gobierno deben estar separadas.

-¿Usted va a presentarse?

-Estoy disponible para lo que los militantes quieran. Si los militantes quieren que dé el paso, lo daré. A partir de ahí, las primarias tienen que cumplir una serie de condiciones. Tienen que ser transparentes, ecuánimes y neutras.