El dragón azul amenaza las playas de Andalucía: estos son los peligros de su picadura

Su detección, de hecho, provocó que se prohibiera el baño en dicha playa ante los riesgos de su picadura, que puede ser bastante dolorosa. Y tas ser detectado en Canarias, algunos expertos señalan la posibilidad de que lleguen al sur de la Península Ibérica en su camino por alimentarse de su presa favorita, la carabela portuguesa (Physalia physalis).

«Es un gasterópodo que no tiene concha y, en consecuencia, ha desarrollado una serie de sistemas defensivos», explica a IDEAL Luis Sánchez Tocino, profesor colaborador del departamento de Zoología de la Universidad de Granada. Al no contar con un sistema defensivo «mecánico», este animal utiliza una «defensa química» para protegerse de sus depredadores.

«Su sistema de defensa se basa en las células urticantes de los animales de los que se alimenta», detalla Sánchez. Es decir, almacena en sus sistema defensivo las células urticantes de las medusas que se come, las acumula en su sistema digestivo y las utiliza cuando necesita defenderse. Aunque su alimento favorito es la carabela portuguesa, también se alimenta de la medusa botón azul (Porpita porpita) y de la vela de mar (Velella velella).

Tal y como explica el profesor colaborador de la UGR, el tamaño de este animal se sitúa entre los 2 y 3 centímetros y tiene un cuerpo «muy aplanado». Y su llamativo color azul tiene una explicación: pasar desapercibido frente a sus depredadores. «Desde el aire, debido a su color, se confunde con el mar. Mientras que por debajo es plateado, por lo que a contraluz es difícil diferenciarlo de los rayos de sol», argumenta.

En cuanto a dónde suele estar, el experto detalla que suele encontrarse «justo por debajo de la superficie» del mar, ya que es ahí «donde están sus presas». Tras su detección en Alicante en 2021 y ahora en Lanzarote, ahora podría llegar a Andalucía debido a las corrientes marinas, que son las que arrastran y desplazan tanto al dragón azul como a sus presas. «Hace unos años aparecieron muchas carabelas portuguesas y lo más seguro es que llegaran acompañadas de dragones azules», algo que podría volver a suceder próximamente.

En lo relativo a la picadura del dragón azul, tocarlo puede provocar unos síntomas similares a los causados por las medusas. Y los síntomas que suele provocar van desde el dolor, la dermatitis y la formación de pápulas urticarianas, hasta las náuseas y los vómitos. Por este motivo, Sánchez avisa de que es importante «evitarlos y no molestarles», como a cualquier otro animal salvaje.

Su picadura no tiene por qué ser muy grave, aunque puede ser peligrosa para personas con piel sensible o alergia. Así como si la picadura tiene lugar en los ojos u otras mucosas. «Se ha creado cierto alarmismos infundado con el dragón azul, tachándolo como un animal mortal. Sin embargo, hay otros como la carabela portuguesa que son más peligrosos», finaliza.