«Doñana está acorralada por muchas presiones y hay que blindar su protección»
Juan Romero cree que Andalucía va tarde en la transición ecológica y que actuar contra la emergencia climática no debe tener color político
josé luis piedra
Lunes, 24 de febrero 2020, 09:28
Juan Romero es un histórico del movimiento ecologista andaluz y un destacado activista en la defensa de una de las joyas del patrimonio natural de ... la comunidad como es Doñana. Este sexagenario maestro del pueblo onubense de Berrocal ha entregado gran parte de su vida a la causa medioambiental y tras su jubilación docente mantiene intactas sus fuerzas y energía en esta lucha de la que nunca se va retirar, ejerciendo ahora como portavoz de la plataforma 'Salvemos Doñana'.
–¿Cómo ve la actual situación de Doñana?
–Doñana fue un gran humedal y, paradójicamente, el agua es de lo que más escasea. 50 años después, de su declaración como parque nacional aún sigue siendo un santuario de la biodiversidad de gran belleza pero sometida y acorralada por muchísimas presiones.
–¿Cuáles son sus principales amenazas?
–Muchas, las carreteras, la agricultura intensiva, las explotaciones gasísticas y urbanizaciones, pero la principal, sin duda, es la falta de agua por la sobreexplotación del acuífero y por un crecimiento desordenado de la esa agricultura intensiva. Otras gran amenaza evidente es el proyecto de inyección de gas natural, donde los científicos están informando de riesgos que no están siendo tomados en cuenta y el proyecto aún no ha sido cancelado.
–¿Qué necesita Doñana para su adecuada preservación?
–En primer lugar que se cumpla la legislación vigente, fundamentalmente en materia de agua. Pero además, Doñana necesita restaurar los sistemas hídricos, completar o ampliar el proyecto Doñana 2005, que surgió como consecuencia del vertido de Aznalcóllar pero fue abortado sin culminar muchas de sus actuaciones como la recuperación del Brazo de la Torre y el Caño del Guadiamar entre otras. Hoy es prioritaria la recuperación integral del estuario del Guadalquivir y las llanuras de inundación de las dos orillas, así como la recuperación de todas las cuencas que vierten a Doñana para garantizar la calidad de sus aguas. También hay que ampliar la protección marina y la conectividad de Doñana con el exterior. Es necesario un marco legislativo que aúne toda la normativa vigente para blindar Doñana y haga prevalecer sus valores ambientales sobre cualquier uso y actividad.
–¿Realmente es posible conjugar la conservación de este espacio con la presión humana?
–Es posible, pero no de forma ilimitada sino conforme a una voluntad y reconocimiento de sus valores y en el marco legislativo vigente. La superficie de regadío y las consecuentes extracciones de agua del acuífero tienen unos límites. Hubo una explosión agrícola desordenada consentida por las Administraciones, que fueron responsables de la situación actual por omisión, también intervinieron otros actores que transformaron las zonas forestales. Desgraciadamente el acuífero de Doñana va a ser declarado sobre explotado sin que nadie asuma responsabilidades de momento.
–¿Son necesarias más carreteras en el entorno de Doñana?
–En absoluto, la conexión entre Huelva y Cádiz ya cuenta con excelentes infraestructuras viarias como la A-49 y la futura SE-40,a demás estas ciudades pueden ser perfectamente comunicadas por vía marítima. También hay que mejorar los tránsitos rocieros que se dan durante todo el año y presentan un importante déficit medioambiental, deben lograr no dejar basura y reducir los vehículos motorizados.
–¿Cómo valora la actual conservación ambiental de Andalucía?
–Hay un importante déficit de atención como nos están demostrando los efectos del cambio climático. Los espacios litorales necesitan urgente protección rescatando el Plan del Corredor Litoral e igualmente los espacios forestales, que están sufriendo el azote de enfermedades como la seca, que está provocando el declive de un ecosistema esencial como la dehesa. El monte mediterráneo siempre fue vida y trabajo, de ahí la necesidad de rescatar el Plan Forestal Andaluz para conservarlo y facilitar el arraigo para las poblaciones rurales. La transformación de hábitats por la agricultura intensiva está provocando una alta pérdida de biodiversidad, junto al abandono de la recuperación de las vías pecuarias y caminos rurales que vertebran el medio natural andaluz.
Legislación forestal
–¿Percibe diferencias en las políticas ambientales con el nuevo Gobierno andaluz?
–Con el nuevo Gobierno ha desaparecido la Consejería de Medio Ambiente y con ella su importancia y funcionalidad. Es preocupante que pretendan llevar la divulgación de la caza a los colegios en lugar de potenciar la educación ambiental o la emergencia climática. Es preocupante también la modificación de la legislación forestal prevista si es para rebajar la protección de los bosques.
–¿Qué opina de la 'revolución verde' que propone el Gobierno?
–Este anuncio se hará correctamente si va en el camino de mitigar las causas del cambio climático y de adaptarse a sus consecuencias y esta lucha no debe tener color político porque nos afecta a todos. Existe un consenso científico para declarar la emergencia climática, pero no todas las opciones políticas asumen esta evidencia y ahí están los casos de Bolsonaro o Trump.
–¿Cómo ve el desarrollo de la necesaria transición ecológica en Andalucía?
–Pues que ya vamos con mucho retraso. Existe una ley andaluza de cambio climático y un pacto de los alcaldes por el clima que necesitan una actualización y su inmediata puesta en marcha. Se abren esperanzas con la declaración de la emergencia climática por parte del Gobierno de España, pero esto debe ir acompañado de otro modelo contrario a la mercantilización y el consumismo acompañado de un impulso al autoconsumo energético. Hace falta un nuevo modelo agrario basado en la producción ecológica, que favorezca los circuitos cortos y la producción y el consumo local. También un modelo de transporte más sostenible y público que no dependa de los combustibles fósiles. Y por encima de todo, hay que apostar por un nuevo modelo económico y productivo basado en la justicia social y ambiental.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión