La crisis migratoria levanta un muro entre Moreno y Vox: «No participaré en la cacería del inmigrante»

Gavira reprochó al presidente su postura de no poner reparos a la acogida en Andalucía de una parte de los menores migrantes no acompañados que colapsan los centros de Canarias y en ese punto recordó que la inmigración ha saltado a los primeros lugares entre las principales preocupaciones de los andaluces. En esa línea, aseguró que a a Moreno y a sus consejeros no les preocupa porque no la tienen cerca en los barrios donde viven. «Va a condenar a los andaluces a las consecuencias de esta inmigración ilegal», dijo antes de mencionar a dos víctimas de violencia sexual supuestamente atacadas por inmigrantes.

Juanma Moreno respondió sin medias tintas y, tras criticar lo que considera ausencia de una política migratoria por parte del Gobierno central, abogó por una inmigración regulada: «Necesitamos inmigrantes porque son una parte de la fuerza productiva que tiene esta comunidad autónoma», dijo tras recordar la importante presencia de personas procedentes de otros países en sectores como el campo o la construcción.

Pero el presidente de la Junta fue más allá y atacó la utilización política por parte de Vox del fenómeno migratorio. «Ustedes utilizan la inmigración de una manera sangrante», lamentó antes de reconocer que esta utilización ha conseguido que este fenómeno se cuele ente los cinco primeros asuntos que más preocupan a los andaluces. «Ustedes no quieren que sea el cuarto problema, quieren que sea el primero porque eso les daría votos», lamentó. 

Con ese objetivo, aseguró, desde Vox se lanzan afirmaciones que no son ciertas. «¿Usted está diciendo aquí que todos los extranjeros que viven en Andalucía son unos delincuentes salvajes? Es lo que acaba de decir usted aquí y es un disparate colosal», dijo el presidente, que explicó que de todos los delitos que hubo en Andalucía en el último año solamente el 7 por ciento fue cometido por extranjeros, estadística que incluye también a los de origen europeo.

Moreno se explayó en el rechazo a las afirmaciones del portavoz de Vox y le preguntó también si a lo que aspira es a que cada vez que alguien vea a una persona de otro color o perteneciente a otra etnia piense que es un delincuente. «¿Su grupo político quiere votos y para conseguirlos es capaz de denigrar a personas en nuestro país? ¿Votos a cambio de eso?», le preguntó antes de advertirle que aunque él sea muy crítico con la falta de política migratoria del Gobierno de Pedro Sánchez no participará en la cacería de inmigrantes.

En su réplica Gavira aseguró que sus apreciaciones no estaban dirigidas a todos los inmigrantes, sino sólo a los que han llegado a España de manera irregular. Sin embargo, a continuación aseguró que a los andaluces les da miedo vivir «al lado de un centro de menas»  y que ningún miembro del Gobierno va a hacerlo «en un barrio destrozado por la inseguridad que genera la inmigración».

En su turno, el presidente del Grupo Socialista, Juan Espadas, reconoció que le costaba permanecer indiferente ante lo que acababa de escuchar por parte del portavoz de Vox y censuró al presidente de la Junta al considerar que sigue dejando puertas abiertas a la colaboración con esa fuerza política a pesar de su discurso «xenófobo, racista y absolutamente de odio».