Andalucía, cerca de la sequía agrícola por la falta de lluvias

Para compensar esta situación, sería necesario que lloviera más durante los próximos meses y que la región tuviera una primavera pasada por agua. Pero los pronósticos no son demasiado alentadores en este sentido y se espera que durante las próximas semanas la sequía siga agravándose en el sur de la península, que es donde más está afectando. «Estamos en un ciclo seco y la incertidumbre es saber la magnitud que alcanzará la sequía para saber si será una de las históricas o si en primavera empezará a llover», explica a IDEAL José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored en www.tiempo.com.

«Las tendencias son poco alentadoras para lo que resta de febrero, aunque pueda haber algunas lluvias. De hecho, salvo que cambie mucho la cosa nos espera un final de invierno bastante seco», lamenta el meteorólogo. Una situación bastante preocupante que deja algunos puntos de Andalucía ya en una situación de sequía hidrológica, que es la fase posterior a la sequía meteorológica, que se da cuando hay un periodo prolongado sin lluvias. «La siguiente consecuencia, que es la que nadie quiere, sería la sequía agrícola», que llegado el caso afectaría a las tareas del campo limitando el riego y podría tener «repercusiones importantes». Hasta el punto de que, si no hubiera cambios, sería necesario implantar medidas de racionamiento del agua, aunque para eso «todavía queda bastante».

Viñas argumenta que el hecho de que haya una sequía en España no es algo atípico, ya que históricamente ocurre con frecuencia. Sin embargo, sí que ha observado una posible relación de las últimas sequías con el cambio climático: «Se puede ver en el comportamiento de la precipitación de los últimos años, que es mucho más irregular y se concentra en periodos de alta intensidad». Esto provoca que haya sequías más intensas de lo habitual y muchos momentos del año en los que exitan problemas de abastecimiento de agua.

Para compensar toda esta problemática, es necesario «compensar el déficit» de precipitaciones. «Necesitamos que llueva mucho en primavera para compensar esta situación porque si no es así la sequía continuará agravándose», por lo que no bastaría únicamente con que lloviera un poco. «Si encima abril y mayo son secos ya sí que tendríamos un problema mayor de cara al verano e incluso al otoño», finaliza el meteorólogo.