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Susana Díaz, en Alcalá de los Gazules con Elena Valenciano, Micaela Navarro y militantes de Cádiz.
En el 'corazón partío' del PSOE

En el 'corazón partío' del PSOE

Susana Díaz insta al PSOE a la unidad para ganar y sin mencionar a Sánchez espeta: «Huyamos de los líderes que no quieren controles, siempre nos llevan al caudillismo»

Lola Tortosa

Domingo, 29 de enero 2017, 01:19

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Susana Díaz se tomó su tiempo para llegar al desamortizado convento Santo Domingo en Alcalá de los Gazules, donde clausuraba ayer las jornadas que conmemoran el 130 aniversario de la agrupación socialista más antigua de España en el ámbito rural. «Cada día tiene su afán», es la frase evangélica que el fallecido Alfonso Perales, un histórico del PSOE andaluz nacido en esta localidad gaditana, solía decir. Para Susana Díaz su afán ayer no era proclamarse candidata a la Secretaría General del PSOE pese a las muchas especulaciones. «Eso ahora no toca», dijo a los periodistas tras recorrer la cuesta Santo Domingo llena de puestos de verdura del mercadillo de los sábados, saludando y besando a decenas de personas, entrando en la peluquería Belén, charlando con sus empleadas, haciéndose selfies con los vecinos y recordando a Carmen, otra militante de un pueblo vecino, que tenía que ir al médico. «¿Cómo lo sabes?». «Yo lo sé todo...».

A esa hora, pasadas las 12.30 del medio día, aún no sabía que Pedro Sánchez iba a proclamarse aspirante a candidato, pero lo podía sospechar. Francisco 'Quico' Toscano, el alcalde de Dos Hermanas, había augurado el día antes que el exsecretario del PSOE daría alguna pista sobre su futuro. Toscano, declarado antisusanista, le ha puesto a Sánchez la alfombra roja de uno de los municipios más importantes de Andalucía en los que el PSOE lleva gobernando desde la transición. El otro es Alcalá de los Gazules, en pleno parque natural de Los Alcornocales. Tiene muchos menos habitantes, cinco mil frente a los más de cien mil de Dos Hermanas, pero en pedigrí socialista le gana.

Este pueblo blanco empingorotado en la sierra gaditana ha dado a la cantera de cargos socialistas tres consejeros de la Junta, el fallecido Alfonso Perales, Luis Pizarro y José Luis Blanco. Estos dos últimos estaban en el mitin de Susana Díaz. Los apellidos mencionados y el de Bibiana Aído, ministra de Igualdad con José Luis Rodríguez Zapatero y ahora en un destino dorado de la ONU, forman parte de las sagas familiares que han convertido Alcalá de los Gazules en una localidad emblemática en la historia del PSOE.

Paco Aído, padre de la exministra, es uno de los organizadores de las jornadas clausuradas por Díaz. El alcalde actual, Javier Pizarro, a quien, como recordó Díaz, le apodan en el pueblo 'el patas' por sus largas piernas, es hijo de Luis Pizarro, diputado autonómico y durante dos décadas número dos del PSOE andaluz con Manuel Chaves. «Susana Díaz y yo tenemos muchas cosas en común, estuvimos en las Juventudes Socialistas y los dos somos hijos de fontaneros, ella de uno de verdad, yo de uno del partido», aclaró el alcalde con gracia y unos pantalones de color amarillo chillón.

Hasta la familia de Quico Toscano, el padrino andaluz de Pedro Sánchez, es de Alcalá de los Gazules. Hijo de un juez liberal de familia de hacendados del municipio, el apellido Toscano también ha dado varios miembros al 'staff' de cargos de la Junta socialista. Al pisar el pueblo Susana Díaz sabía que estaba en el 'corazón partío' del actual PSOE, pues las citadas familias representan también las diferentes sensibilidades. Luis Pizarro, tío de Alejandro Sanz, autor de la famosa canción, estuvo del lado de Sánchez, pero simpatiza más con Patxi López y ayer reconocía que Susana Díaz había acertado con su mensaje reivindicativo de la historia del PSOE sin complejos y la unidad para volver a ganar en España.

El mismo mensaje de Alfredo Pérez Rubalcaba la noche del viernes y de Elena Valenciano minutos antes de la intervención de Díaz. Los partidarios de esta dan por hecho que Rubalcaba está de su lado como Valenciano, pero se fue de Alcalá antes de que Díaz llegara. Cenaron juntos en Sevilla la noche del viernes, pero no hubo foto de los dos como quería el equipo de la presidenta.

Explican que el de Alcalá era un acto interno de esta agrupación, preparado hace meses y no estaba configurado para competir con Sánchez. Aún así el salón estuvo abarrotado de militantes. «¡Y no hemos puesto autobuses'», aclaró la secretaria provincial y presidenta de la Diputación de Cádiz, Irene García. El PSOE andaluz había dado órdenes de que solo estuvieran cargos de Cádiz para desmontar el pistoletazo de salida de unas primarias que Díaz no quiere adelantadas. De su Gobierno solo estuvo el vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, de Chiclana; y del partido, su número dos, Juan Cornejo, del pueblo vecino de Medina Sidonia, y Micaela Navarro, presidenta del PSOE-A.

Pese a esta consigna de que todo quedaba en Cádiz, Susana Díaz sigue en campaña para dar a conocer su proyecto para España y para el PSOE. En Alcalá de los Gazules, un pueblo que vota al PSOE desde el comienzo de la democracia en todas las elecciones, la presidenta de la Junta apeló al compañerismo, a la unidad en su partido como la fórmula única para «volver a ganar elecciones cuanto antes» y recuperar la ilusión. «No ganamos elecciones desde hace nueve años. En Andalucía perdimos en 2012 y volvimos a ganar en 2015. ¿Cómo? porque nos unimos», dijo. Hubo otra indirecta a Pedro Sánchez, al que no mencionó en ningún momento: «Trump no quiere que le controle ni el Senado ni la Cámara de Representantes, sólo la calle, el pueblo. ¿No os suena? Huyamos de los líderes que no quieren controles, siempre nos llevan al caudillismo», dijo a la misma hora que Sánchez se proclamaba el candidato de la militancia.

Díaz parecía referirse en realidad a Podemos, como cuando advirtió: «No nos van a dar lecciones», instando a los socialistas a no tener complejos con un partido que no ha aportado nada a la historia de España como sí ha hecho el PSOE con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. «Cuando tengan algo que aportar que vengan y nos lo digan». «Seamos más PSOE que nunca, no nos disfracemos, no aparentemos lo que no somos».

En resumen, Díaz esbozó en Alcalá cómo se prepara para las primarias frente a rivales que no ganan elecciones como ella, reivindicando seguir la estela sin complejos de de la gestión de Felipe/Zapatero y prometiendo una dirección de unidad tras las primarias para ganar elecciones. «No voy a parar hasta conseguir que la única etiqueta que tengamos sea el de compañero y compañera», sentenció.

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