El Darro revienta y un terremoto sacude la Vega
1951-1960 | en blanco y negro ·
La tromba de agua de aquella tarde del 12 de septiembre de 1951 impidió que hubiera mucha gente en las calles del centro y eso probablemente evitó la tragediaideal
Jueves, 5 de mayo 2022, 16:17
La tromba de agua que sorprendió a la capital granadina la tarde del 12 de septiembre de 1951 impedía que hubiera mucha gente en las ... calles del centro y eso probablemente evitó la tragedia, porque la fuerza del agua reventó el río Darro en Puerta Real. Los pocos peatones fueron arrastrados por la corriente. El embovedado saltó por los aires en tres puntos, aunque fue en plena Puerta Real donde los efectos fueron más visibles al abrirse un cráter de 500 metros. Como publicó IDEAL en sus páginas, bloques de piedra de 1.500 kilos de la sillería de un viejo puente saltaron por los aires y fueron arrastradas cientos de metros. El reventón lanzó una ola de 10 metros que sembró el pánico en la zona. Los periodistas de IDEAL recogían testimonios de miedo de los testigos, que dijeron que antes de que se produjese el hundimiento de la vía se sintió un movimiento como si se tratase de un gran terremoto.
Pero el diluvio que se precipitó sobre Granada se llevó por delante la vida de varias personas en Lancha de Cenes –donde murieron ahogados dos niños–, Albolote, Santa Fe o Maracena. Hubo además numerosos heridos y cuantiosos daños materiales en la mayoría de los municipios del Cinturón. El amplio despliegue gráfico de Torres Molina mostraba escenas de dolor y destrozos.
La crónica negra de esa década iba a tener otro trágico suceso cuatro años después, el jueves 19 de abril de 1956, por el fuerte terremoto que sacudió Granada y pueblos cercanos. El movimiento sísmico costó la vida a casi una decena de personas, además de heridos y destrozos en más de mil viviendas con daños valorados por los técnicos en dieciséis millones de pesetas. Los hechos ocuparon varias páginas de IDEAL durante sucesivos días. La tragedia tendría de nuevo su peor cara unas jornadas después, cuando un desprendimiento de tierra en el Beiro sepultó en una cueva a un matrimonio y a sus tres hijos. Los esfuerzos de decenas de personas por desenterrar el lugar no consiguieron llegar a tiempo para el rescate y los cinco miembros de la familia murieron. En primera página de IDEAL aparecían las fotos de Torres Molina con los rostros marcados por el dolor de otros cuatro hijos del matrimonio tras sacar los cuerpos de sus padres y hermanos.
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