El policía rescatado declaró que su compañero murió por negligencia
Así lo manifestó ante los gendarmes marroquíes el lunes al mediodía; les dijo que al otro granadino lo dejaron en un río antes de perecer
José Ramón Villalba
Jueves, 9 de abril 2015, 12:21
Cada vez afloran más detalles de las presuntas negligencias cometidas en el rescate del inspector de policía granadino que finalmente falleció. Fuentes consultadas por este ... periódico en Marruecos han asegurado que la declaración judicial efectuada por el agente también granadino Juan Bolívar por espacio de más de tres horas no tiene desperdicio. El único superviviente de los tres desaparecidos por espacio de seis noches manifestó ante los gendarmes las presuntas negligencias cometidas por los agentes marroquíes cuando rescataron con vida a José Antonio Martínez, quien poco después falleció.
Las fuentes consultadas en el reino alauita han confirmado a IDEAL que dos gendarmes extenuados fueron los encargados de sacar de la garganta aJosé Antonio Martínez. Tan extenuados, tan cansados, que no pudieron tirar de la camilla donde iba José Antonio Martínez y optaron por dejarlo en un río no había orilla o lecho de arena en la base de la garganta montañosa, supuestamente en espera de más refuerzos para remontar esa camilla o de idear otro sistema para sacar al espeleólogo de la zona. No dio tiempo porque falleció.
Bolívar, un policía de 27 años natural de Granada, fue testigo de todo lo ocurrido desde el primer día del accidente, la tarde del domingo 15 de marzo hasta la mañana del sábado 21 de marzo, cuando comenzaron las labores de rescate. Vio cómo falleció el primer espeleólogo Gustavo Virués, supuestamente al día siguiente del siniestro.El resto de las noches allí atrapado en la garganta del Wandrass ayudó, en la medida de lo posible, a José Antonio Martínez, quien estaba colgado con una cuerda de la pared que intentaban escalar. Le proporcionó todos los cuidados que estaban a su alcance para mantenerlo con vida hasta que llegaran los equipos de rescate.Lo inconcebible fue ver que cuando llegaron y tras estar ya en la camilla, su otro compañero murió.
Los gendarmes marroquíes impidieron en todo momento la colaboración tanto del resto de expedicionarios, seis componentes entre los que se encontraban familiares de los accidentados, como la intervención de los 16 miembros de Espeleosocorro andaluz que se infiltraron en Marruecos como turistas el viernes 20 de marzo por la tarde para presentarse en el aeropuerto de Uarzazate el domingo 22 por la mañana ante un coronel de la policía alauita, que lo único que requirió de ellos fue una cuerda de cincuenta metros.
España tenía el visto bueno de la diplomacia marroquí para que un avión de la Policía Nacional partiera hacia Uarzazate el viernes 20 por la mañana. Cuatro guardias civiles del Greim y tres policías de los Geos estaban ya montados en el avión esperando a despegar cuandoMarruecos comunicó a España que habían avistado a los tres espeleólogos en la pared donde estaban colgados en el cañón de Wandrass. El avión no despegó ese viernes, precisamente el día en el que el resto de los expedicionarios localizaron a los desaparecidos aportando las coordenadas de posicionamiento donde los habían encontrado. Marruecos le dijo al Gobierno español que no necesitaba la ayuda y serían ellos quienes sacarían de allí a los tres españoles accidentados. El viernes no hicieron nada y el sábado, según la versión de la expedición española, los gendarmes llegaron tres o cuatro horas después que ellos y con una cámara de televisión. Lo primero que hicieron fue proporcionar víveres y agua a los dos espeleólogos granadinos que seguían con vida. El mismo sábado por la noche fue cuando intentaron sacar sin éxito de la garganta del Wandrass a José Antonio Martínez. Juan Bolívar salió por su propio pie al día siguiente y el gaditano Gustavo Virués estaba ya fallecido.
El domingo por la tarde, el mismo día en que el Gobierno marroquí autorizó la entrada de la ayuda oficial española, los guardias civiles del Grupo de Montaña de Jaca, especializados en rescates, comenzaron las tareas para sacar de la zona a los dos fallecidos contando con la estrecha colaboración de los tres policías Geos. «El trabajo de la Guardia Civil fue impecable porque el mismo lunes por la mañana ya estaban los cuerpos de los compañeros fallecidos rescatados. Los gendarmes eran cuarenta y fueron incapaces de llevar a cabo el rescate, los guardias civiles apoyados por los tres policías eran siete y tras un trabajo impecable sacaron de allí a los fallecidos».
Juan Bolívar, el superviviente, y único testigo que ha presenciado toda la película de este polémico rescate desde el primer día del accidente hasta el pasado lunes, regresó a Granada sobre las 22.00 horas del martes. De momento no ha efectuado ningún tipo de declaraciones. El resto de la expedición trataba de llegar ayer tarde a Andalucía, mientras que los féretros con los dos cadáveres viajarán en avión hoy desde Casablanca hasta Madrid.
Detrás de las presuntas negligencias y del polémico rescate, hay dos familias destrozadas. Los mismos expedicionarios han declarado que el accidente de Gustavo Virués fue inevitable, pero la muerte de José Antonio Martínez sí se pudo evitar si la burocracia, diplomacia y el orgullo de un país vecino hubieran quedado en un segundo plano.
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