Un Sevilla de dos caras
El rival ·
Los hispalenses, campeones de la Europa League, no encuentran su mejor cara en los arranques en LaLigaJavier Gómez Granados
Almería
Lunes, 25 de septiembre 2023, 23:02
El Sevilla repite temporada con José Luis Mendilibar en el banquillo. Un técnico considerado de perfil bajo para un club de renombre como el sevillano, ... pero que, con sus resultados desde su fichaje, con una espectacular remontada en Liga y un nuevo título de Europa League ha subido rápidamente en el escalafón de entrenadores.
Más allá de las circunstancias particulares del técnico vasco, lo cierto es que su fórmula de éxito del pasado ejercicio la está volviendo a poner en funcionamiento, aunque el arranque liguero está siendo decepcionante.
Con una plantilla 'top', más aún después de la llegada de Sergio Ramos y el indiscutible liderazgo que ejerce el de Camas, así como la presencia de otro exmadridista que no llegó a despuntar en el club blanco, Mariano, sube el caché del equipo hispalense, aunque la puesta en escena no ha cambiado mucho respecto a la del pasado ejercicio.
Sistema fijo
Si algo caracteriza a Mendilibar es su apuesta por un dibujo más o menos fijo. Suele utilizar el tradicional y ofensivo 1-4-4-2, con variante a 1-4-4-1-1, casi de forma obsesiva. No suele adaptar el esquema al rival ni a las circunstancias de cada partido sino a su propia filosofía de juego y a la capacidad de su plantilla.
A partir de ese dibujo, los hispalenses practican una presión alta sobre el rival, buscando asfixiar la salida del balón para recuperarlo pronto. Los contragolpes o los ataques tras robo son rápidos, sin apenas transiciones estáticas hasta llegar al área rival. Para ello, la incorporación de los laterales y la fórmula de ensanchar el campo al máximo es algo que trabajan mucho durante la semana y lo aplican con evidente peligro para la portería rival.
Con el esquema 1-4-4-2, los de Mendilibar trabajan también el repliegue defensivo bien coordinado, evitando partir el equipo con el paso de los minutos. Lo que parece claro es que, más allá del mal comienzo de campeonato, la fórmula funciona.
A pesar de que el nivel de la plantilla es altísimo, eso no significa que siempre y en todo momento busquen tener el balón. Saben esperar y dejar la pelota al rival cuando lo consideran preciso para mantener, eso sí, una presión en toda la zona ancha para recuperar y aprovechar los espacios dejados por el adversario.
De hecho, algo que viene aplicando el Sevilla desde la llegada de Mendilibar es facilitar la salida en corto del rival desde su área para iniciar, casi sorpresivamente y de forma agresiva, una presión colectiva en la que los delanteros tienen un papel muy destacado.
Cuando llega el momento de proponer con la posesión del balón, los hispalenses, siguiendo el libreto del técnico vasco, no se complican. Buscan el pase corto y la fluidez cuando las circunstancias son propicias. Calidad tienen para ello. Pero si encuentran alguna dificultad, la defensa se adelanta, se agrupa y envía al resto de compañeros hacia adelante para buscar el pase largo y el juego directo. Ahí también tienen recursos de sobra para superar adversarios.
Además del juego combinativo tienen la opción, muy útil y muy utilizada, de lanzar balones al área, especialmente en las jugadas a balón parado, donde tienen consumados especialistas del remate.
En el aspecto ofensivo siempre buscan abrir el campo mucho y aprovechar, con ello, la movilidad de sus delanteros para crear más espacios. Su llegada en segunda oleada es también muy peligrosa.
El Sevilla, actual campeón de la segunda competición europea, por séptima vez en su historia, es un equipo que maneja a la perfección distintas situaciones del juego. Tiene armas de sobra para resolver problemas sobrevenidos. La presión, el contragolpe, la posesión fluida con el equipo muy ancho, la movilidad ofensiva, las jugadas a balón parado, los centros por los costados, la facilidad rematadora y un largo etcétera, son los argumentos sólidos de un equipo que, de nuevo, tiene un mal comienzo de liga pero que será, sin duda, uno de los más fuertes del campeonato.
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