El Elche prepara su vuelta a Segunda División

Esta temporada el Elche festejaba su centenario. Para ello se había configurado una plantilla de cierta garantía, aunque ya en el primer partido de Liga, frente al Betis, se le vieron las costuras, especialmente en defensa. Unas costuras que no se han podido coser en toda la temporada.

El técnico almeriense Francisco comenzó con ilusión un año más al frente de la nave franjiverde después de su buen hacer en la anterior campaña y que le valió el reconocimiento en tierras alicantinas y la confianza para dejar buen sabor en el año del centenario. Pero pronto pudo ver que las cosas en nada se parecían a la campaña anterior y que poco se podía hacer por evitar un destino que parecía marcado. De hecho, se quejó de forma temprana afirmando que «no he tenido jugadores suficientes para planificar debidamente la temporada», ya que inició su trabajo con sólo 15 futbolistas. Pronto fue destituido el almeriense, aunque los cambios en el banquillo en nada han modificado la suerte del equipo. Alberto Gallego, Almirón, Mantecón y Pablo Machín han sido también víctimas desde el banquillo de una pésima planificación desde los despachos. Ahora, con el argentino Beccacece, se trabaja pensando en Segunda División.

El Elche ya no compite como uno más en la Liga Santander. La apuesta por un técnico joven, argentino, que aún no está adaptado a la Liga española, ha provocado que el tramo final de la temporada sea, literalmente, una pretemporada para el nuevo entrenador de Segunda. En los partidos que lleva al frente del Elche, Sebastián Beccacece está probando cosas, sin presión. Está adaptándose, cogiendo el pulso al fútbol español. Ha conseguido que su equipo, sin llegar a ser realmente competitivo, haya jugado buenos partidos, con dominio del balón y transiciones rápidas. Ese es, seguramente, el mayor peligro de los ilicitanos. La falta de presión unida a la presencia de jugadores que, pese a la pésima campaña, tienen calidad para jugar bien al fútbol.

Sin embargo, el gran problema de los franjiverdes es su enorme debilidad en ambas áreas. No definen bien. No atacan bien. De ahí que sus buenos momentos con el balón no se traduzcan en puntos.

El Elche sigue en modo prueba, pero, tal vez por eso, es extremadamente imprevisible. Mira a Segunda División pero aún puede ser juez en Primera.