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Estalla la polémica por los palcos infantiles para ver los toros en Andalucía

Estalla la polémica por los palcos infantiles para ver los toros en Andalucía

La plaza de toros de Córdoba desata la polémica con la propuesta de un palco infantil. «Queremos fomentar la tauromaquia, no adoctrinar a nadie»

SUSANA ZAMORA

Viernes, 25 de mayo 2018, 00:56

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Aún no ha empezado y ya hay polémica. A tres días del comienzo de los festejos taurinos en Córdoba con motivo de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, la decisión de la empresa que gestiona la plaza de toros de ofertar un «palco infantil», para que niños de entre 5 y 12 años puedan asistir gratuitamente a las corridas, ha puesto en pie de guerra a los colectivos en defensa de los animales y ha sacado a relucir el manido debate sobre la conveniencia o no de que los menores asistan a los toros. «Invitamos a tus hijos, nietos y sobrinos a la feria taurina», reza el anuncio, que ofrece un tendido completo de sombra durante los días 25, 26 y 27 de mayo.

En plena crisis de la tauromaquia en España, azotada en los últimos años por las corrientes antitaurinas y la caída en una década de más del 60% de los festejos (datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte), la propuesta persigue «fomentar esta tradición entre las nuevas generaciones para que tenga continuidad», esgrimen fuentes de Global Romuva S. L., entidad gestora del coso cordobés de Los Califas. «Queremos que los niños conozcan con monitores cualificados en qué consiste el ritual del festejo, qué es una muleta, un capote, el paseíllo o qué significan los colores de los distintos pañuelos que saca el presidente de la plaza, según la ocasión». No es la primera vez que lo hacen. Badajoz y los municipios pacenses de Almendralejo y Don Benito fueron pioneros el pasado año. «Fue todo un éxito; asistieron más de 300 niños», recalcan. «La idea es que aprendan y disfruten mientras sus padres asisten tranquilos a la corrida de toros. No queremos adoctrinar a nadie, solo que tengan la información para que luego estos menores elijan si quieren volver o no», arguyen. Por el momento, en Córdoba solo hay inscritos una veintena de niños.

LOS FESTEJOS

Animalistas, en contra

No lo ven así desde Equo. Para la formación ecologista, reclamos de este tipo suponen un paso más en el «proceso de adoctrinamiento en la crueldad» y lo único que provocan es una «normalización de la violencia y la falta de respeto hacia los animales», expone Francisco Sánchez, portavoz del partido verde en Andalucía. Lamentan que tras la excusa de los regalos y las actividades con monitores, los organizadores repitan estrategias «más propias de cadenas de hamburgueserías para esconder la realidad del producto que ofrecen, en este caso, sangre, dolor y muerte», denuncia Salustiano Luque, coportavoz de EQUO Córdoba.

Desde este colectivo antitaurino se preguntan cómo es posible a día de hoy que haya películas no recomendadas para determinadas edades y se siga permitiendo la entrada libre de menores a un «espectáculo tan violento y cruel como es una corrida de toros». Se agarran al último informe realizado por el Comité de los Derechos de los Niños de la ONU para avalar sus argumentos. En él se recomienda a España que prohíba la participación de niños y adolescentes menores de 18 años en corridas de toros, ya sea como toreros o como espectadores.

En el examen al que se sometió España el pasado 22 de enero en Ginebra, sobre la situación de su infancia, el comité despachó en un párrafo de solo tres líneas «los efectos dañinos» para los menores. «Ninguno de los expertos que participó en este informe ha tenido nunca contacto con la realidad taurina en sus países de origen y tampoco ha aportado documentación que avale su postura. No se apoyan en ningún informe que diga que los toros son malos; es más, hay estudios que dicen que no son perjudiciales», declara Chapu Apaolaza, portavoz de la Fundación Toro de Lidia. Este representante se refiere al trabajo realizado por un grupo de psicólogos y psiquiatras de distintas universidades españolas (País Vasco, La Coruña y Madrid, entre otras) a instancias de Javier Urra cuando era Defensor del Menor en Madrid y al poco tiempo de que Cataluña diera el primer paso para prohibir las corridas. «No se puede considerar peligrosa la contemplación de espectáculos taurinos y no hay una base suficiente para sustentar científicamente la prohibición de los menores de 14 años a los toros», dijeron los especialistas.

Apaolaza alude también a otro informe del psicólogo David Guillén, que ha estudiado a alumnos menores de las escuelas taurinas españolas, «que en teoría serían los más expuestos a un supuesto mal o perjuicio de la tauromaquia y, sin embargo, concluyó que son niños que tienen más momentos de felicidad y encaran mejor los problemas», afirma. En su opinión, cuando los padres llevan a sus hijos de cuatro años a ver el 'Guernica', «¿significa también que los están adoctrinando en un estilo de pintura o en alguna visión concreta de la guerra? La postura de los antitaurinos es completamente censora», sentencia.

La Comisión Nacional de Asuntos Taurinos, órgano de participación y colaboración de las administraciones públicas españolas con competencia sobre la tauromaquia, también criticó duramente la controvertida resolución de la ONU «por desconocer la realidad histórica, cultural y jurídica de la tauromaquia en España», y recordó que esta actividad «se ajusta a la definición de Patrimonio cultural inmaterial de la Unesco y a la normativa internacional», citando tanto artículos de la Convención de Naciones Unidas como de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

En España no está prohibido que los niños asistan a las corridas de toros, aunque cada comunidad autónoma tiene su propia regulación. En Galicia, la recientemente aprobada Ley 10/2017 de Espectáculos Públicos prohíbe en su artículo 16, apartado 2, el acceso de menores de 12 años a eventos taurinos en recintos cerrados y en el País Vasco tienen que ir acompañados de un adulto hasta los 16 años. Solo en las regiones de Canarias, Cataluña y, recientemente, Baleares está prohibida la tauromaquia.

En el caso de las escuelas taurinas, la participación de menores sí está restringida. «Por ley, la edad mínima para ingresar y empezar con las clases de entrenamiento sin animal es a los 12 años; a los 14 se empieza con las clases prácticas y a torear con añojos (animales de un año) y, a los 16, con erales (animales de dos años), explica Óscar Plaza, gerente de la Escuela Taurina de Málaga, en donde desde su nacimiento hace 14 años se ha mantenido un número estable de alumnos, entre los 20 y 25. Plaza ya acompañaba a su padre a los toros con tan solo dos años. «Nunca me obligó a ir y no creo que tenga ningún trauma por haber ido a los toros tan pequeño; creo que la información y el conocimiento es bueno; luego que cada uno elija si quiere o no volver», concluye.

es el número de festejos taurinos celebrados en España a lo largo de 2016, según los últimos registros del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Este dato representa un 60% menos con respecto a 2007, en que se contabilizaron 3.651.

La encuesta de hábitos y prácticas culturales que realiza el Gobierno cada cuatro años reveló en 2015 que solo un 9,5% de los encuestados había acudido a un espectáculo taurino en el último año.

Estudios psicológicos concluyen que no se puede considerar peligrosa ni perjudicial la asistencia de menores a los toros.

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