El Papa le dijo a Meloni que «algunos rezan para que vaya al Paraíso»

Mientras prosigue con el tratamiento, que incluye antibióticos y cortisona y que los médicos han tenido que modificar en varias ocasiones, el Papa está retomando el trabajo desde su habituación en la décima planta del hospital Gemelli: lee documentos, escribe y toma notas, hace llamadas de teléfono y despacha con sus colaboradores más cercanos. Eso afirmaron fuentes vaticanas, que aclararon el día anterior que el Pontífice respira por sus propios medios y que el corazón le está aguantando «muy bien». Subrayaron además que cuando fue hospitalizado el pasado viernes no se le había manifestado todavía la neumonía, que ha sido descubierta en una fase inicial, por lo que el tratamiento estaría evitando que vaya a más. Está previsto que a última hora de la tarde se dé a conocer un parte médico con nuevos detalles sobre la evolución del Papa.

También sería un indicador de la cierta mejoría en su estado de salud el hecho de que los médicos permitieran que ayer le visitara la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien aseguró que lo había visto «lúcido, reactivo y con su proverbial sentido del humor». De hecho ambos estuvieron bromeando «como siempre», según dijo Meloni, que permaneció unos 20 minutos con el Papa. Éste le habría dicho que sabía que «ahí fuera hay algunos que dicen que ha llegado mi hora, lo dicen siempre», insistiendo en que «alguno reza para que el Pontífice vaya al Paraíso, aunque el Dueño de las Misas ha pensado que me deja aún aquí».

Según la reconstrucción de la conversación que mantuvieron ambos publicada por el diario 'Corriere della Sera', Francisco le habría confesado a Meloni la advertencia que le han dado los médicos: «Los doctores me han dicho que debo tener cuidado con la salud, porque si no, voy derecho al paraíso». También se quejó irónicamente de que le hayan obligado a quedarse «un poco en reposo», por lo que «no debe verse con muchas personas» ni tampoco «trabajar mucho».