La historia de superación de Ayesha Jones, la modelo que triunfa pese a su escoliosis
Hace tres años, a los 21 tomó la decisión de someterse a la operación de espina dorsal que rechazó de niña, puesto que el dolor era insoportable: "La escoliosis me ayudó a centrarme en mi misma y no en mi cuerpo. Cuando acepté que no podía cambiar mi cuerpo fui mucho más feliz"
ideal.es
Viernes, 17 de octubre 2014, 10:27
Ayesha Jones, nacida en Birmingham, fue diagnosticada a los 13 años con escoliosis. Entonces, su médico le propuso realizar una operación de columna muy invasiva, ... pero ella lo rechazó.
Así lo cuenta ahora a sus 24 años: "No me sentía cómoda con una cirugía tan invasiva. Además por esa época no tenía dolores, era algo más estético para mi. El doctor me dijo que sería 'una niña guapa, pero con una espalda fea'. Yo le dije que no sería fea, sino que sería diferente".
A partir de ese momento Ayesha comenzó a realizar varios tratamientos para mejorar todo lo posible, como hacer ejercicio y terapia. Ya en 2003, la joven fue a un evento anual de moda en su ciudad y llamó la atención de una agencia de modelos, que le pidió que fuese a sus oficinas centrales en Londres, pero al descubrir su problema, la rechazaron. "Tras ese incidente, me llamaron muchas agencias de modelos, pero todas me rechazaban por mi espalda", asegura.
Ella cambió radicalmente su estilo: "Me convertí en una especialista en tapar mi escoliosis. Aprendí poses que hacían parecer a mi cuerpo más asimétrico". Así, pronto comenzó a cobrar como modelo sin necesidad de agencias, participando incluso en videoclips de importantes artistas británicos .
Cuando tenía 19 años Ayesha Jones viajó a Londres para realizar una sesión de fotografía, pero de nuevo la rechazaron. Así lo recuerda: "Ser modelo no me importaba en absoluto. ¿Qué sentido tiene tener fotografías tuyas en las que no te muestras tal y como eres? Me di cuenta que quería inspirar a las personas para hacer cosas importantes".
En ese momento, comenzó a estudiar fotografía, convirtiéndose en una artista freelance, trabajando con asociaciones como la Ascociación de Escoliosis británica o realizando exposiciones fotográficas. No solo eso, sino que también ha publicado un libro de retratos y que se titula 'Imperfección'.
Hace tres años, a los 21 tomó la decisión de someterse a la operación de espina dorsal que rechazó de niña, puesto que el dolor era insoportable. "La escoliosis me ayudó a centrarme en mi misma y no en mi cuerpo. Cuando acepté que no podía cambiar mi cuerpo fui mucho más feliz. Espero poder ayudar a otros enfermos de escoliosis de alguna manera", concluye.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión