Cirugía

De ahí que hoy base mi comentario en un evento de singular importancia que ha tenido como escenario el hospital universitario de Poniente. Lo de singular importancia no es que lo diga yo, que no entiendo una papa del asunto; lo dicen las circunstancias que se han dado a conocer. Yo me remito a lo que publicaba en este diario el otro día Bernardo Abril, quien daba cuenta de una intervención descrita como 'septorrinoplastia abierta estructurada'. Puede que a usted le suene -a mí me suena- que esto tenga que ver con una intervención en la nariz. Lo demás son términos descriptivos con los que los facultativos se empeñan en ajustarse lo máximo al procedimiento. Claro, que a muchos todas estas palabras nos pudieran parecer un intento por encriptar ante los paganos una materia que ellos dominan. Y esta vez menos que en otras ocasiones, dado que tanto 'abierta' como 'estructurada' son palabras conocidas en el lenguaje más o menos de uso corriente. Un dato es que esta clase de operaciones han de ser programadas y tienen una duración media de cuatro horas. Se puede añadir que intervenciones de este tipo son abordadas en el hospital de Poniente unas treinta o cuarenta veces al año. O sea, que no son tan raras como su nombre podría dar a entender.

Lo singular de la experiencia desarrollada en el marco de las actividades de este hospital de El Ejido es que se trata de la primera retransmisión en directo de una intervención que forma parte de un proceso formativo (así lo declara Laura Martí, responsable del área de otorrinolaringología del hospital).

Pero hay más. Por ejemplo, que en este proceso de formación para los médicos, ha intervenido uno de los especialistas europeos más reconocidos en el asunto: el doctor Diego Arancibia Tagle. Por otra parte, los seguidores del curso pudieron formular preguntas en directo a los cirujanos mientras ellos practicaban la intervención. Y, por si fuera poco, la operación se hizo usando una nueva técnica, con tecnología ultrasónica, que mejora el posoperatorio de los pacientes intervenidos.

Aunque quizás lo más destacable sea la finalidad práctica: mejorar la calidad que se presta a los pacientes, como asegura Pedro Aosta, director gerente del hospital.

Reconforta contar en nuestra provincia con hechos como el que comento y que elevan el nivel de alta cualificación de nuestros médicos y nos sitúa –aunque sólo sea en algún aspecto- en vanguardia de la ciencia hospitalaria. Y que sirva para la formación de especialistas, tanto de Almería como de Granada.

Porque, como decía al principio, la cirugía es para mí lo más admirable de la práctica clínica. Y, aunque sigamos teniendo deficiencias en el sistema de salud, hay que aplaudir el esfuerzo de los médicos por mejorar su nivel. Lo que, ya se sabe, repercutirá en la mejor atención a los problemas de salud de la población.

Porque, aunque no salga en los medios de comunicación, la cirugía soluciona problemas a diario. Y salva muchas vidas.