Educación vip
Una vez más, Jaén pierde. Para obsequiárselos, no lo olviden, a una universidad privada que cobrará lo que tenga que cobrar y que expulsará sin pretenderlo a un número indeterminado de jóvenes que no podrá pagarse esos estudios.
José Luis González
Viernes, 8 de agosto 2025, 21:53
Hay tres tipos de spots publicitarios que me ponen los pelos de punta cuando pasan por delante de mi nariz: los referidos a las alarmas ... en viviendas, los de seguros médicos y los de universidades privadas. Los primeros porque la mayoría de empresas del sector –con algunas notables excepciones– mienten con tal descaro en sus anuncios que hasta el Ministerio dirigido por Pablo Bustinduy ha decidido poner coto a semejante siembra de ansiedad y miedo injustificados. Los segundos, claro está, porque es gravísimo que, en España en general y en Andalucía en particular, la empresa privada esté sustituyendo a la pública en un servicio tan esencial como la Sanidad, con la aquiescencia de las administraciones públicas, y muy particularmente de las comunidades autónomas gobernadas para la derecha y la ultraderecha. Aunque, como pasó en Andalucía durante la última etapa de Susana Díaz, coaligada con C's, fuera un gobierno socialista el que comenzara a lapidar los servicios públicos con aquella injustificada –y ahora muy reforzada– rebaja de los impuestos a los grandes patrimonios.
Pero voy a centrar esta pieza en el tercer tipo, el de las universidades privadas. Porque es seguramente el que mayor daño está haciendo a nuestro futuro como Estado Social y a los resortes que este debe ofrecer a la ciudadanía para lograr una real y efectiva integración en el sistema de cualquier persona, independientemente de su capacidad económica. Un fin irrenunciable de nuestra Democracia que debería defender a capa y espada todo cargo electo merecedor de semejante dignidad. Porque ese es, o debería ser, el propósito de la política: lograr el mayor grado de bienestar de TODA la ciudadanía. Por caminos diferentes, claro está, pero con ese único fin.
En Jaén ya tenemos muy claro que esto no es así. Lo acabamos de constatar con el ninguneo que la Junta de Andalucía ha vuelto a regalar a la Universidad de Jaén (UJA). Seguramente la institución educativa pública que más ha prosperado los últimos años en Andalucía gracias al buen hacer y al mejor criterio de sus rectores y equipos de gobierno desde su creación en 1993, particularmente del rector actual, Nicolás Ruiz Reyes, que ejerce su cargo desde hace dos años. Y es que, como saben, le ha sido 'mangado' –disculpen la expresión, que más califica al mangante que al mangado– el nuevo Grado de Ingeniería Biomédica por una 'cosa' a la que llaman Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (ACCUA), puesta en marcha en 2023 por el Gobierno de Moreno Bonilla ya hemos visto con qué objetivos. Agencia 'independiente' que depende –fíjense en el despropósito– de la Consejería de Universidades y cuyo director es el secretario General de Universidades.
Afectando además a unos estudios científicos superiores de gran demanda, que iban a prestarlos las universidades públicas de Jaén (UJA) y de la vecina Granada (UGR). Una vez más, Jaén pierde. Para obsequiárselos, no lo olviden, a una universidad privada que cobrará lo que tenga que cobrar y que expulsará sin pretenderlo a un número indeterminado de jóvenes que no podrá pagarse esos estudios. Asestando de paso un durísimo golpe al prestigio de NUESTRA universidad, la que sí es de todos y todas, la UJA. Y también a los y las estudiantes que ya habían hecho su preinscripción en este grado, con solo tres días por delante para el comienzo de la matriculación. Así que, ¿cuál es la salida que les dejan ahora a esos chicos y chicas y a sus familias, además de un limbo a corto plazo?
Seis meses tardó la ACCUA en dar a luz su primer informe negativo, y tan solo dos semanas en resolver el recurso conjunto interpuesto por la UJA y la UGR. Una prisa repentina tras la 'colleja' propinada por la Comisión de Reclamaciones de Planes de Estudio del Consejo de Universidades, dependiente del Ministerio de Universidades, que obligó a una rápida y motivada respuesta.
¿Y ahora, qué? Seguimos preguntándonos todos y todas en esta olvidada tierra. ¿Cómo reaccionarán los de Moreno Bonilla a la indignación desatada en Jaén con este tema? ¿Lo harán como en Cazorla con nuestro Centro de Salud, donde nos siguen tratando como imbéciles a los cazorleños y las cazorleñas? ¿Se atreverán a hacer lo propio con la institución educativa pública por excelencia a nivel provincial? Yo creo que depende. Depende de los cuartos que se jueguen quienes de verdad gobiernan hoy en Andalucía.
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