Una de mis grandes lecturas del año
Tenía anotado el 6D en mi agenda que el pasado viernes se estrenaba 'Golpes', la primera película del hasta ahora guionista Rafael Cobos con guión ... escrito a cuatro manos por él mismo y nuestro Fernando Navarro, XI Premio Granada Noir por una brutalísima carrera literaria entre guiones, cuentos y novela. ¡Y lo que le queda a esa bestia parda!
En la pasada edición del festival multidisciplinar patrocinado por Cervezas Alhambra y dedicado al género negro y criminal, tuvimos ocasión de conversar con ambos y nos dejó con la miel en los labios todo lo que anticiparon de 'Golpes', que cuenta con Luis Tosar y Jesús Carroza en sus papeles principales, y en la que también participan granadinos como el actor Cristalino y la actriz Teresa Garzón, que contribuye a la banda sonora.
Por problemas de agenda, una fórmula socorrida de decir que estoy más liado que la pata de un romano, no he tenido tiempo para verla. ¡Penitenciagite! ¡Shame on you, Lens! ¡Vergüenza tenía que darte! Y me da… Hagan el favor, por favor, de ir a verla, que del martes que viene no pasa que la comentemos, ¿estamos?
Mientras, aprovecho para hablarles de una de mis lecturas del año. Hablo de 'Cinco meses de invierno', de James Krestel, publicada por esa máquina de editar joyas de valor incalculable que es Salamandra Editorial. Ya sé todo lo que tienen preparado para el primer trimestre de 2026 y es algo entre lo alucinante y lo estupefaciente, hasta el punto de que pienso dejarme días libres con el único propósito de leer. Pero de leer, leer. De leer con ansia y avaricia, con pasión desaforada.
Volvamos la vista atrás, que así arranca la primera parte de una novela descomunal, 'bigger than life', más grande que la vida, como tanto les gusta decir a los norteamericanos: «Cuchillos y cicatrices. Honolulú. Isla de Wake. Hong Kong. 26 de noviembre de 1941-7 de diciembre de 1941». Máxima atención a las fechas, ¿de acuerdo?
El protagonista de 'Cinco meses de invierno' es un militar llamado Joe McGrady que desempeña labores de policía. Lo poco que sabremos de él es «que no era de ninguna parte». «Antes de los seis años ya había vivido en Chicago, San Francisco, Norfolk y San Juan, y aquello sólo había sido un calentamiento para lo que estaba por venir», cuenta.
Y lo que estaba por venir era la investigación de un particularmente salvaje asesinato acompañado de una misteriosa desaparición. Un auténtico marronazo que le tocará comerse a McGrady a pesar de no atesorar una gran experiencia en esas lides. Pero es lo que tiene coger la llamada de teléfono inapropiada y ser el primero en llegar a la escena del crimen.
No necesité leer más allá de 20 páginas para tener la sensación de estar en una historia como las que escribía James Ellroy cuando se podía leer, entender y disfrutar de Ellroy. ¡Qué prosa! ¡Qué personajazos! ¡Qué trama! ¡Y qué contexto histórico tan apasionante!
Y qué forma de investigar, también. «Se encontraba en su elemento: un sótano con poca luz, repleto de expedientes carcomidos. Estaba muy bien atar a un hombre a una silla y sacarle las respuestas a base de mamporros, pero donde se resolvían las investigaciones era en salas así».
Decir que me ha gustado, flipado, enamorado y encantado esta 'Cinco meses de invierno' es quedarme corto. La han alabado Stephen King y Dennis Lehane y en 2022 ganó el prestigioso Premio Edgar, entre otros galardones y reconocimientos. Consejo de amigo: si aún no lo has hecho, ¡ya tardas en leerla, colega!
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