No más dicotomía entre economía y vida
La Carrera ·
Las personas y las familias tienen dignidad, no lo olvide nadie, derecho a un trabajo digno que les permita tener su proyecto de vidamaría jesús martín
Sábado, 25 de abril 2020, 02:44
Conviene recordar para quienes han olvidado, que las políticas públicas se han deteriorado, como los servicios sanitarios y sociales, que las reformas laborales han deteriorado ... la calidad de vida de amplios sectores. Pero desde la pandemia el mayor problema es la enorme desigualdad de los recursos, incluidas las mayores desigualdades de género. Es vital que se afronte YA, la pandemia social que tenemos encima, con la aprobación inmediata del Ingreso Mínimo Vital, hay millones de familias que no tienen ingresos para comprar alimentos y con menores a su cargo. Aunque ésta semana se han oído barbaridades cómo era rechazada por los obispos o ésa fundación que pedía el requisito de una búsqueda activa de empleo. Es una vergüenza que a las familias y personas precarizadas, sólo se piense en ofrecer caridad y caridad como alternativa a su situación, con cupones para el pan con sello de un partido político, o que sean cocineros solidarios quienes faciliten 500 menús diarios a 120 familias de la ciudad, mientras llega una respuesta política que sea un derecho como es el IMV. Las personas, las familias tienen dignidad, no lo olvide nadie, derecho a un trabajo digno que les permita tener su proyecto de vida. Están bien los aplausos, pero la compra de alimentos se tiene que poder pagar todos los días, y las facturas también, por todas las personas.
Hace falta una revolución fiscal para que las guaridas fiscales de una minoría no sean el infierno de la mayoría social. Porque no es justo que unos arramplen con lo común, pero qué significativo es que se niegan a contribuir a lo colectivo y que desde Unión Europea se permite. Estaban previstos cambios laborales, que siguen pendientes tras la pandemia. Que por cierto ha dejado muy claro la prioridad de los cuidados, deben estar en el centro de la agenda política, aunque siempre han estado infravalorados, menospreciados, siempre invisibles. Siempre por supuesto desarrollados mayoritariamente por mujeres. Y no hay duda, ahora se ha demostrado más que nunca, que son imprescindibles para la vida. Trabajos en la oscuridad que no se consideran ni trabajos, como limpieza, doméstico, enfermeras, cuidadoras en dependencia, en residencias. Se pagan como trabajos que no cuentan, luego es prioridad dar su lugar laboral y económico a los cuidados.
Hay también un horizonte inmediato para la reconstrucción del lazo social, que será diferente, recuperar la solidaridad, los espacios de producción de lo común, también una agroalimentaria más próxima. Priorizar las necesidades de las personas y familias, no vuelvan a ser olvidadas, atenciones de apoyo emocional y psicológico, lo fácil es la pastilloterapia.
No olvidar que la expansión del neoliberalismo ha contribuido a que desde los 80, el mundo haya visto 4 grandes epidemias, siendo la aplicación de políticas de desregulación de mercados, políticas de austeridad social. Hay que pensar qué forma de organización social sustituirá el nuevo orden mundial. Hay que repensar políticamente, económicamente y socialmente la sociedad. Qué nuevo modelo de sociedad queremos las personas, no más dicotomía entre economía y vida.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión