Los Erasmus retoman las clases y las calles de Granada

Ese ambiente universitario es el que ha cautivado a Lucía Villarreal, estudiante de Turismo que vino el día 31 de enero procedente de Guadalajara (México). Ella ya ha comenzado las clases y comentaba que son «diferentes» a las de su universidad mexicana. «Van a más ritmo, a más velocidad», relata.

Louise y Lucía se encuentran con Catalina Chicue y Emiliy Conde, que cursan Psicología en Bogotá (Colombia) y los próximos meses completarán sus estudios en el campus de Cartuja. A la cita también acude Sander De-Souza, médico interino residente en Francia que está haciendo un máster europeo de salud pública. Este año en Granada y el próximo curso en Maastricht (Países Bajos). Todos ellos han sido convocados por Ana Delgado, responsable de comunicación de la asociación Erasmus Student Network Granada (ESN). Esta asociación recupera la actividad y la «normalidad» con la reducción de las cifras de contagios por la covid-19, después de que en marzo de 2020 la pandemia cortara de cuajo la movilidad de los universitarios.

Sander, Louise, Catalina, Emily y Lucía confiesan que la covid-19 los ha tenido en vilo por si había nuevas restricciones antes de llegar a Granada. «Durante la pandemia pensé en hacer algo diferente para olvidarme de todo el encierro», cuenta Catalina. Louise explica que en España «hay menos restricciones que en Bélgica; aquí hay más libertad».

Catalina no duda en calificar como «muy lindo» todo lo que está viendo en Granada. Emily califica como «muy chévere» el Albaicín. No para de alabar que Granada es pequeña y se puede ir a los sitios caminando. «Lo más difícil ha sido buscar piso», apunta.

El tiempo, las gentes, la comida, la cultura, la enseñanza y la historia han cautivado a estos jóvenes. «Los profesores también son buenos», añade Sander, que es de París.

Han llegado a Granada atraídos por la ciudad y por la enseñanza de la Universidad. Ellos y otras decenas de universitarios extranjeros se formarán durante este segundo semestre en las escuelas y facultades granadinas. Devolverán a la capital ese carácter cosmopolita universitario que atrae a estudiantes de cualquier rincón del mundo.

Según los datos facilitados por la Oficina de Gestión de la Comunicación de la institución universitaria, los estudiantes que tenían previsto realizar su movilidad internacional en la Universidad granadina (incoming), durante este curso, sumaban unas 2.850 solicitudes admitidas. La Universidad advertía que los estudiantes entrantes suelen tener preferencia por la realización de su movilidad durante el segundo semestre. La UGR sigue siendo líder en movilidad internacional.

Lucía, Catalina, Sander, Emily y Louise absorben cada día la cultura y costumbres de esta tierra que será la suya durante los próximos meses. Lucía decía que ya hace la siesta. Se ha sorprendido de expresiones como: «Subir arriba y bajar abajo». Catalina no entendía cuando le dijeron que de qué quería el bocadillo porque en Colombia un bocadillo es un dulce pequeño. Y lo que tiene a todos maravillados no es otra cosa que las tapas. «Esta cosa es la imagen de este país, que es de gente muy generosa», resume Sander.

Eso lo dicen después de haberse enredado en términos y estereotipos de España y de sus países de origen. De momento todos coinciden en que están encantados con su estancia en Granada. Lucía valora mucho la sensación de seguridad. «Puedo caminar por la noche sin sentirme insegura», acota. Hasta que termine el semestre disfrutarán de la UGR y de Granada así como del resto de Andalucía. 

ESN España, la asociación de referencia en el ámbito de la movilidad internacional, les ofrece diversas actividades para conectar con la comunidad local durante su intercambio, en línea con la misión de la organización de «enriquecer la sociedad a través del estudiantado internacional».