Los olvidados del acuerdo de ciudadanía del Brexit

Más de 5.4 millones de europeos han obtenido el estatuto británico de inmigración desde que se consumó el Brexit. La cifra rompe las estimaciones iniciales de tres millones de residentes con derecho al llamado 'estatuto de asentamiento' (de ahí el nombre del movimiento de bases) y aún no ha tocado techo. Este 30 de junio se cumple un año de la clausura del plazo oficial de solicitud de residencia de los que estaban en el país con anterioridad a la nochevieja de 2020, pero el Ministerio de Interior sigue tramitando formularios.

«Es imposible decir cuantas solicitudes reales se han efectuado», advierte Kuba Jablonowski, investigador de la Universidad de Exeter, en un encuentro de la Asociación de Periodistas Extranjeros (FPA). Para el 31 de mayo se habían remitido 6.6 millones de solicitudes (más de medio millón después de la supuesta fecha límite), pero se desconoce cuántas personas no han hecho la gestión y han pasado a la irregularidad, por voluntad propia o desconocimiento de la norma. «Es un sistema defectuoso, que no proteger a los vulnerables», critica Nicolas Hatton, cofundador de The3Million, tras constatar que nada indica que «nuestros temores eran infundados».

La curva de pendientes de una respuesta gubernamental ha bajado de 600.000 hace un año a 245.700 en la actualidad. La demora ronda entre seis a doce meses en cerca de la mitad de los casos. Y muchos ni siquiera han recibido el «certificado de solicitud», que se requiere para alquilar un piso, abrir una cuenta bancaria o acceder a un puesto de trabajo. La autoridad supervisora de los derechos de la ciudadanía (IMA) ha abierto una investigación ante el elevado caudal de quejas al respecto. Este ente independiente ha interpuesto, además, trámites legales contra el Gobierno en torno a la precaria situación de los 2,5 millones de comunitarios que solo obtuvieron un permiso temporal de residencia.

Dahaba Ali Hussen ha expuesto durante el acto de denunciala cadena de «errores burocráticos» que Inmigración cometió al revisar su caso. De familia somalí y nacionalidad holandesa, vive en Reino Unido desde niña, estudió en Cambridge, ha trabajado en la BBC y otros medios británicos, pero tres veces le negaron el estatuto de asentamiento, según ha recordado en la conferencia de prensa. A su colega rumana, Andreea Dumitrache, no le dejaron embarcar en un vuelo desde Mallorca a Londres, aunque su documentación estaba en regla.

Ciudadanos de Europa central son los que más trabas burocráticas sufren desde el Brexit, según The3Million. También los que solicitan permiso de residencia para familiares no europeos sufren retrasos y rechazos, lo cual motivó la intervención de la IMA. Por otra parte, los sindicatos reprochan al Ejecutivo de Boris Johnson por ignorar sentencias de la Corte de Justicia de la UE que revalidan el derecho a subsidios estatales de los comunitarios con permiso temporal de residencia. «El Gobierno infringe sistemáticamente el acuerdo del Brexit en ciudadanía», denuncia Luke Piper, abogado y director de estrategia de The3Million.