Un 'pillapilla' obligado con su mejor versión

Y así fue durante el inicio de temporada. A pesar de las buenas sensaciones que dejaba Kenedy en sus primeros días, el brasileño no suponía por aquel entonces una amenaza de suplencia para Puertas. Jamás le faltó la confianza del 'chamán'. Indiscutible en la clasificación para la Europa League, sacó su arco a pasear en Malmö para meter al equipo en la fase de grupos.

Pero entonces llegó el freno. Dio positivo por covid en el viaje a Chipre, desatándose un caos que LaLiga trató de brote y dejó muy tocado al almeriense. El virus le atacó fuertemente, le dejó importantes secuelas y minó su estado de forma y, a su vez, de confianza. Las cosas ya no le salían igual porque, simplemente, su cuerpo no se lo permitía. Llegó a confesar que sufría mareos y que no estaba pudiendo jugar a su nivel. Para colmo, se peleó con el gol como consecuencia.

Sin embargo, su privilegiado físico siguió sosteniendo su encomiable esfuerzo, algo que nunca ha negociado. Volvió a ejercer de lo que hiciese falta, lateral, carrilero, extremo, mediapunta, delantero... Para Diego Martínez, Puertas siempre fue la cara visible de este equipo en identificación y sentimiento. Un 10 en sacrificio, pasión y generosidad. Ahí sus 10 asistencias este curso.