Liga de las estrellas o Liga estrellada

Si, el Granada, que repite técnico y mandos aunque no todos los jugadores que lo hicieron posible, sale fuera de nuestras fronteras para disputar encuentros con los mejores de cada país, confiemos que tenga más fortuna que los que esta temporada representaron a España y que, como Barcelona, Real Madrid, Atlético, Valencia, Getafe o Español, no demostraron que provenían de la Liga de las estrellas sino más bien que pertenecían a una Liga estrellada. Tan sólo otro andaluz, el Sevilla, llegó al último peldaño y de nuevo comenzará en Champions, dejando la vía menos abrupta para los rojiblancos ya que la Europa League es fetiche para los del Sánchez Pizjuán.

Y al igual que el presidente de la RFEF y vice de la UEFA, Luis Rubiales –menudo veranito sin poder siquiera venir a su Motril natal para ver a los padres como hacía siempre– se marchó a Alemania dejando Lisboa a un lado, que en principio era su destino, para estar con los de Lopetegui, único nacional en finales continentales, a la próxima se desplazará donde juegue el neófito y recién llegado, al que sólo falta que otro granadino internacional, Miguel Ríos, le brinde un himno para hacerlo el oficial. Un himno que, como todo lo suyo, sería exito seguro para un equipo estrella en una Liga de estrellas, no como la pasada, una Liga estrellada. Para los llamados grandes, claro.