Comparaciones que no son odiosas
Bajo control ·
El club demuestra una sana ambición deportiva y capacidad de liderazgo. Una avidez institucional legítima y un liderazgo latente de su entrenador respecto a la plantillaJUAN TORRES COLOMERA
Granada
Miércoles, 14 de octubre 2020, 01:38
A Granada le falta ambición y liderazgo político y empresarial. La frase no es mía. La ha pronunciado recientemente el presidente de una destacada entidad ... financiera local. Tampoco es una novedad escucharla. Tal déficit se viene reconociendo desde tiempo inmemorial por distintos personajes y estamentos de la sociedad granadina.
Lo anecdótico es que tales reconocimientos continúan despeñándose por el abismo de la indiferencia y, aunque intento resistirme a la comparación ante tan deprimente realidad, me resulta imposible hacerlo ante lo que viene demostrando hoy por hoy este Granada CF.
El fútbol granadino ha sido durante décadas fiel reflejo de la sociedad a la que pertenece. Un club histórico tan incapaz de retornar a la élite como Granada lo ha sido de culminar sus proyectos. Una provincia que lleva siglo y medio esperando que le terminen la segunda circunvalación, un siglo asfixiada por la contaminación y otro discutiendo sobre el tan necesario cierre del anillo.
Pero sucede hoy, salvo sorpresa del arcano capital financiero que lo sostiene, que el club demuestra una sana ambición deportiva y capacidad de liderazgo. Una avidez institucional legítima y un liderazgo latente de su entrenador respecto a la plantilla.
Lo ha dicho Luis Milla: el día a día en el Granada CF es espectacular. Derrocha ilusión con sus palabras. La que él siente y la que observa en el resto de sus compañeros ante el futuro. ¿Se imaginan a algún político granadino sintiendo y pronunciando lo expresado por el jugador granadinista?
Y mientras en el terreno de juego de Los Cármenes florece la ilusión y esta se expande por la urbe y una parte del viejo continente, Granada continúa sumida en el caos y disparada en contagios de Covid-19 sin ningún control ni policial ni político. A veces, las comparaciones no son odiosas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión