Los deberes
El doce ·
A pesar de no vencer en Cádiz, el Granada cumplió en su desempeño como visitante; el partido pudo decantarse a favor de cualquieraEDUARDO ZURITA
GRANADA
Lunes, 5 de octubre 2020, 12:56
En mi formación colegial, allá por los setenta del siglo pasado, la docencia marista hacía gran hincapié en la adquisición de hábitos diarios de estudio. ... Se trataba de hacer los deberes en casa para corregirlos en clase. El buen alumno empleaba cada día una serie de horas para dichas tareas, que sentaban las bases del rendimiento en los exámenes. La constancia del trabajo diario como clave del éxito.
La triada de valores dictada por Fabriciano González en aquellas dos inolvidables temporadas consecutivas que llevaron al Granada del pozo de la Segunda B a la élite de Primera -las recordadas humildad, trabajo y respeto- ha sido completada en la brillante etapa de Diego Martínez con la ambición para ir alcanzando nuevos objetivos. El Granada de hoy, sin solución de continuidad entre competiciones y sin apenas tiempo para saborear los triunfos o digerir las derrotas, debe hacer bien sus deberes diarios para avanzar en una liga de Primera muy exigente.
El Granada demostró en la primera parte de su duelo ante el Cádiz, y a pesar de la introducción de nuevos jugadores en la alineación titular por la lógica rotación requerida tras el gran esfuerzo de Malmö, su capacidad de dominar el juego con la misma suficiencia demostrada en tierras suecas. Le dio para adelantarse en el marcador. La mala fortuna de dos disparos seguidos al palo impidió una distancia más amplia que pudo haber sentenciado la contienda.
El segundo periodo fue otro cantar. Los locales llevaron el duelo a donde les convenía, una lucha abierta con poco control de juego y con mayor protagonismo de la fuerza física. El empate tempranero vino bien a sus planes. El partido pudo decantarse a favor de cualquiera, si el cancerbero amarillo no hubiera estado brillante o el colegiado hubiese cobrado una situación interpretable como penalti en el área granadinista. A pesar de no vencer, el Granada cumplió en su desempeño como visitante. De los últimos siete compromisos oficiales a domicilio, se ha vencido en cinco -incluidos los tres último de la campaña pasada y los envites eliminatorios europeos-, empatado en Cádiz y caído sólo ante el Atlético en la aciaga tarde del Metropolitano.
La capacidad de no relajarse en la Liga, tras el éxito del pase a la fase de grupos de la Europa League, demuestra que se siguen haciendo bien los deberes. Lo mismo puede decirse de la, a priori, buena confección de la plantilla. Las lógicas aspiraciones del club de avanzar en la explotación del estadio municipal de Los Cármenes, cuyo uso está irremediablemente unido al Granada, requiere una respuesta más comprometida de la administración municipal que, defendiendo los intereses de todos los granadinos, debiera tener mejor consideración hacia una entidad que hoy día prestigia a la ciudad. Esos deberes, para algunos, están aún pendientes.
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