Un Granada sólido alarga su racha de victorias en casa del Albacete

Las rojiblancas saltaron al césped con Noe y Lauri por delante, dejando en el banquillo a las dos delanteras que pueden actuar más como referencia. Eso dio al conjunto superioridad durante 45 minutos de mucho dominio con balón y una presión intensa sin este. Tras el breve tanteo, las horizontales (en Albacete luciendo de negro) empezaron a empujar a las locales hacia su campo. Alicia, con un disparo desde lejos, puso en aprietos a Laura, la portera manchega, que respondió al chut con dudas. Laura Pérez también lo intentaría con otro cañonazo que no cogió portería.

A la media hora llegó la justicia al marcador. En la jugada más inesperada, Noe cogió un rechace en el área y la colocó para poner el 0-1, dando un fuerte mazazo sobre un Albacete al que le resultó muy complicado tomar las riendas al partido. De hecho, con los nervios a flor de piel tras verse por debajo en el marcador, las locales estuvieron a poco de penalizar un error en la salida de balón. La combinación rápida llegó a las botas de Alicia, que no ajustó la mirilla y lanzó por encima del larguero. Cristina Postigo, en un balón colgado al área, tuvo muy cerca el segundo, pero la portera mantuvo a las suyas con vida justo antes del descanso.

El Albacete quiso salir con mayor intensidad de vestuarios, buscando una presencia en campo rival que no habían conseguido tener. Las jugadoras de buen pie de Lamesa demostraron una vez más que no les quema la pelota en los pies y triangularon ante desesperación de un centro del campo local inédito. De tanto perseguir sombras, Elena llegó tarde a un lance y vio la segunda amarilla. Con diez la remontada local parecía una quimera y la goleada de las nazaríes, una posibilidad real.

No vaciló con el marcador ni con el tiempo un Granada muy sólido que dejó pocas grietas y trató de aprovechar la superioridad. No obstante, el paso de los minutos con el 0-1 dejó todo más abierto de lo que a las rojiblancas les hubiera gustado. Pamela y Lauri tuvieron dos claras, con remates que la portera controló bien. El Albacete se lo jugó todo a una carta, atacó con la épica en la cabeza pero bien detenido por un muro sólido que le ha cogido el truco a vencer: la puerta a cero. Lauri, en el descuento, anotó un gol que fue anulado y que habría dado mayor tranquilidad. De todos modos, no quedaba rato para nada más y las de Lamesa abandonaron la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta con tres puntos más en la mochila, y la racha de victorias y sensaciones bonitas de nuevo regada con el sudor de la eterna lucha.