Frustración tras frustración
El 'doce' ·
La presidenta va camino de hacer posible lo imposible, sacando de su estadio a una hinchada fielEduardo Zurita
Granada
Domingo, 10 de marzo 2024, 18:06
El actual campeonato liguero del Granada CF ha devenido en una concatenación de frustraciones para sus aficionados, de la que fue buena muestra la derrota ... ante la Real Sociedad en la tarde gélida del 9 de febrero de 2024. Tras minutos de juego competitivo, con acciones de mérito, que ante los donostiarras se prolongaron durante toda la primera parte, posteriormente aparecieron lagunas en la contención y desconexiones fatídicas que llevaron a encajar, uno tras otro, los goles en contra de una nueva derrota.
El primer periodo recordó al Granada compacto y esforzado de la victoria ante el Cádiz. Los locales fueron mejores que la Real Sociedad, antojándose corta la ventaja adquirida en el receso. Sergio Ruiz y Gumbau se complementaban bien en el centro del campo, y renunciando a la salida desde atrás del balón, se apostó por el pase largo, en la confianza de la capacidad de lucha de Boyé y del buen hacer por alto del polaco Józwiak. El plan funcionó, ayudado por el VAR en el primer gol de penalti, y ratificado con jugadas de mérito en las que Remiro salvó los muebles a los visitantes, hasta que Uzuni consiguió su doblete en la prolongación de la primera fase del encuentro.
Las esperanzas de victoria se vinieron al traste en el segundo periodo. El Granada se replegó en exceso por el empuje realista y por estrategia propia de defender cerca del área y minimizar riesgos. El desmoronamiento local se produjo tras las sustituciones de Sergio Ruiz –imprescindible hoy por hoy–, y Boyé por unos desafortunados Hongla y Villar. Tras la finalización del partido, sería muy crítico Alexander Medina con ellos, señalando su falta de intensidad –¡parece que el charrúa se empeña en hacer amigos en el vestuario!–. La autocrítica a sus reiteradas decisiones erróneas en el manejo del equipo y en la lectura de los partidos las dejó para otro día.
Además de un descenso del que solamente falta su confirmación matemática, lo peor es la sensación de frustración de la hinchada, extremadamente fiel a lo largo del curso hasta la visita de la Real Sociedad. La ineptitud en la gestión del club, iniciada con la confección de la plantilla y el incumplimiento de promesas hechas a los abonados, continuada con el episodio de Samu Omorodion tras el inicio del campeonato, y confirmada en la contratación del sustituto de Paco López y muchos de los hipotéticos refuerzos invernales, expulsaron del campo a la mitad de los abonados en el partido ante los donostiarras, hastiados de tanta ignorancia y tanta mentira. Sophia Yang va camino de hacer posible lo imposible, sacando de su estadio a una de las aficiones con más capacidad de sufrimiento del campeonato.
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