Los cinco presuntos secuestradores de Guadahortuna ya están encerrados
El juzgado de Menores 2 de Granada, a petición de la fiscalía, ha acordado el internamiento cautelar de todos los sospechosos por la presunta comisión de los delitos de robo con violencia e intimidación, lesiones, detención Ilegal y robo
C. MORÁN
Granada
Viernes, 3 de mayo 2019, 01:00
Los cinco adolescentes que, presuntamente, secuestraron, propinaron una paliza y desvalijaron a un jubilado en la localidad de Guadahortuna ya están encerrados en distintos correccionales ... repartidos por toda la geografía andaluza. El juzgado de Menores 2 de Granada, a petición de la fiscalía, ha acordado el internamiento cautelar -una figura similar a la prisión provisional que se aplica a los adultos- de todos los sospechosos por la presunta comisión de los delitos de robo con violencia e intimidación, lesiones, detención Ilegal y robo.
En principio, la medida de encierro -la más severa que se puede adoptar contra los presuntos delincuentes infantiles y juveniles- tiene una duración de seis meses, si bien admite una prórroga de tres más si la investigación no ha culminado y aún no se ha fijado la fecha del juicio.
El suceso ocurrió el pasado día 13 de abril, cuando, supuestamente, los detenidos saltaron la valla de una finca situada en el paraje Aranceles de Guadahortuna y accedieron a la caseta de aperos donde se encontraba el propietario en ese momento. Acto seguido, se echaron sobre él, y tras maniatarlo, le cubrieron la cabeza con un saco y le propinaron una paliza. Luego le sustrajeron el reloj, la cartera, un teléfono móvil y las llaves de su coche para huir de la finca con el vehículo de la víctima, a la que no se molestaron en desatar. El agredido se arrastró fuera de la caseta y fue auxiliado por otros vecinos.
Alarma social
Estos hechos generaron una gran alarma social en Guadahortuna. Varios cientos de personas se manifestaron por las calles de la localidad junto al perjudicado.
Poco después del ataque, cayeron cuatro de los presuntos miembros de la banda, entre ellos, el supuesto cabecilla, que esquivó a la justicia de adultos por horas, ya que cumplió los 18 el mismo día del suceso. En el momento de su arresto, estaba en busca y captura tras haber escapado, con las esposas puestas, de un vehículo policial que lo conducía a un correccional. Fue el primero en ingresar en un centro de internamiento. El resto corrieron la misma suerte en días sucesivos.
Uno de los chicos estuvo en paradero desconocido hasta finales de mayo, pero finalmente se entregó después de que se sus padres intervinieron para convencerlo.
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