Traslado polémico

Primer día del nuevo mercadillo del Zaidín entre las quejas de comerciantes y vecinos

Nada más lejos del legado del ilustre prohombre que inició el escultismo:«Tenemos que dejar el mundo en mejores condiciones de cómo lo encontramos». Un planeta más sostenible, más solidario y, sobre todo, en paz. Yen esta cuestión del mercadillo del Zaidín, hay de todo menos paz o de que la situación sea mejor que la que se vivía anteriormente. Al menos, según los implicados.

Por un lado están los propios vendedores ambulantes, que este sábado se mantenían firmes en sus reivindicaciones. «Hemos montado los puestos porque tenemos familias que mantener y darles de comer», repiten como un mantra irrenunciable. «Pero seguimos sin estar de acuerdo y queremos que el Ayuntamiento resuelva el problema que ha creado».

Se refieren a la falta de espacio, según sus mediciones. Si bien es cierto que han conseguido tres carriles de emergencia y que los puestos tengan un metro más de ancho y dos metros más de profundidad, «por lo que se quedarán de 7x7, algo que nos satisface a los comerciantes»; también sostienen que «si ocurre alguna desgracia no hay carriles de emergencia ni de evacuación y tampoco caben las ambulancias por los pasillos existentes».

A continuación, tras este razonamiento, Antonio Granizo y Melchor Tirado, presidente y portavoz de la asociación de comerciantes creada para defender sus reivindicaciones, piden que se pueda montar los puestos «con un desplazamiento desde el río de cinco metros», de forma que se pueda utilizar el espacio ganado como carril de emergencia.

Por otra parte están los vecinos afectados, que también han creado su propia asociación para defender sus intereses. Su portavoz, Jorge Martín, asegura que «el Ayuntamiento se ha puesto de perfil para contentar a la parte que ha demostrado más fuerza y la ha dejado hacer en contra de los intereses de los ciudadanos que vivimos aquí, que nunca nos consultaron».

Sorprende finalmente que el Ayuntamiento, tercer afectado por un problema que nunca imaginó, aprobara el traslado con los votos de PSOE e IU-Podemos, las abstenciones de PP, Ciudadanos y Vox, la aprobación de tres asociaciones de vecinos del Zaidín:Zaídín-Vergeles, Zaidín-Campus y Castaño Mirasierra, y la de una asociación de vendedores ambulantes que al parecer desapareció hace veinte años y no existe oficialmente.