«No ha podido ir muy lejos. Solo llevaba el móvil, el DNI y 15 euros»
El joven Christian Foronda, desaparecido desde el pasado viernes, había viajado esta semana de Granada a Cortijos Nuevos, donde reside su madre, para trabajar en la aceituna
«El único lugar al que podría haber ido Christian es a Granada, donde vive su padre y donde residía últimamente él mismo, pero sus ... amigos de allí dicen que no tienen ninguna noticia de él y su padre está roto, igual que el resto de la familia, por no dar con su paradero«. El pasado viernes 30 de noviembre, Christian Foronda salió de casa de su abuela antes de comer, sin previo aviso y sin decir siquiera adónde iba. Fue el último momento en el que sus familiares supieron de él. Ahora, más de 200 personas baten el pueblo con la intención de dar con el paradero del joven de 18 años desaparecido.
Los hechos sucedieron en Cortijos Nuevos, localidad de la provincia de Jaén, donde el chico había viajado a principios de la pasada semana para vivir con su madre -anteriormente estaba residiendo con su padre en Granada al estar sus progenitores divorciados- para trabajar en la campaña de aceituna y ganar su propio dinero.
Así lo cuenta Luis Serrano, primo de Christian. Tal y como ha podido conocer la familia de la investigación llevada a cabo, el joven salió de casa de su abuela en torno a las diez de la mañana del viernes. «A mi abuela la cuida una mujer de ayuda a domicilio y lo raro fue que al salir no dijo ni adiós ni adónde iba ni a mi abuela ni a esa mujer, ni a nadie», comenta Luis. La siguiente vez que se vio a Christian fue dos horas después, en torno a las doce, cuando unos trabajadores que estaban trabajando en un carril de los depósitos de Cortijos Nuevos lo avistaron. Tras esto, habló por teléfono por un amigo y le comentó que iba a darse un paseo por el campo. Posteriormente, al mediodía, amigos de Luis lo encontraron a las puertas del instituto del pueblo: «Imagino que me estaba esperando a mí, pero ese día dio la casualidad de que iba al conservatorio y salí 15 minutos antes, entonces no llegamos a vernos«.
Unas 200 personas han participado en las distintas labores de búsqueda que se han desarrollado estos días el municipio para dar con el paradero de Christian, apoyados por la unidad canina y un helicóptero. Tal y como explicó a IDEAL fuentes de Emergencias 112 Andalucía, organismo encargado de coordinar la operación, están colaborando, además de decenas de voluntarios no solo del municipio sino también de los alrededores, agentes de Guardia Civil, la Policía Autonómica, la Policía Local de Segura de la Sierra, agentes de Medio Ambiente, Protección Civil de Segura de la Sierra, Infoca y Emergencias. Han rastreado del centro a pie hasta las afueras, batiendo paso por paso, sin dar por el momento con ninguna novedad. A las tres y media ha comenzado la siguiente labor de búsqueda.
«Un grupo de voluntarios de Beas de Segura está ayudando en la búsqueda. Hemos ido esta mañana a ayudar a encontrarlo, pero aún no se sabe nada. Parece que la familia lo echó en falta hace unas 48 horas y aún no se sabe nada de él«, señalan desde la Policía de Beas de Segura.
Móvil desconectado
La alcaldesa de Cortijos Nuevos, Esperanza Chinchilla Vizcaino, la pista se le perdió definitivamente el viernes sobre las doce menos cuarto de la noche, cuando la última persona lo vio apoyado en un coche que hay en la rotonda que hay en el centro del pueblo. «A las siete y cuarto de la tarde, del viernes, el móvil estaba desconectado. La madre intentó hablar con él y ya estaba apagado y, desde entonces, no hubo comunicación«, comenta la alcaldesa.
«Los familiares están fatal. Hay una incertidumbre lógica porque es un joven de 18 años y no sabemos qué puede pasar por esas cabezas. Nos tienen confundidos con la búsqueda, porque no se sabe qué ha podido pasar. Hay muchas hipótesis abiertas y no sabemos cuál va a ser el desenlace«, señala la regidora. Lo mismo explican fuentes de la investigación, que explican que aún no se ha descartado la posibilidad de que se trate de una desaparición voluntaria.
Éste extremo ni se contemplan por parte de la familia, quienes ven imposible que el chico haya decidido dejar el pueblo al que él mismo quiso ir, en el que tiene familiares y amigos y en el que se mostró «a gusto y con ilusión» por su nuevo trabajo en la aceituna. «Si se ha ido a algún lado, no ha debido de ser muy lejos porque solo llevaba consigo su teléfono, el DNI y 15 euros en metálico. Las tarjetas y la maleta con sus pertenencias las dejó en casa. Además, yo hablé con él y no me dijo que se quisiera ir, al revés, me dijo que quería trabajar aquí y que estaba motivado porque iba a empezar a ganar su propio dinero para la aceituna», comenta Luis.
Por ellos, siguen pidiendo colaboración ciudadana por redes sociales para dar con el paradero del joven. Para quien pudiera verlo, explica que se trata de un joven de 18 años, de 1,80 metros de estatura y complexión delgada, con tatuajes, una dilatación verde fosforita en la oreja izquierda y unas gafas blancas. Además, vestía con una sudadera negra, una chaqueta con capucha gris, unos pantalones de camuflaje y unas botas verdes del campo comparadas para ir a la aceituna.
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