Las pintadas en los edificios municipales le cuestan al Ayuntamiento 200.000 euros

Acompañado por el edil de Mantenimiento, Jacobo Calvo, el regidor explicó que el equipo de gobierno está decidido a hacer frente a la «lacra» de las pintadas, una práctica que distinguió de los grafitis artísticos para los que hay reservados espacios en diferentes puntos de la ciudad. El foco está puesto en lo que describió como «rayajos feos» que «marranean» numerosos inmuebles tanto públicos como privados y que, según remarcó, «dañan al patrimonio y al turismo».

Con cargo a los fondos europeos del programa EDUSI, el Consistorio e Inagra, concesionaria del servicio de limpieza y recogida de residuos, van a 'lavarle la cara' a más de doscientos edificios de titularidad municipal ubicados tanto en el Casco Histórico como en el resto de la ciudad.

Entre los mismos se encuentran 18 centros escolares y 28 aljibes, además de cinco centros cívicos y sedes de asociaciones de vecinos. A estos inmuebles se suman otros de mayor calado, como los mercados de abastos de San Agustín y Merca80, los quioscos de Bib Rambla y Trinidad, el Isabel la Católica y casi una decena de instaciones deportivas como el Nuevo Los Cármenes o el Palacio de Deportes.

Así, de lunes a sábado y hasta final de mes, dos operarios de Inagra van a aplicar un decapante en la fachada afectados por las pintadas. Posteriormente, mediante un equipo dispensador de agua a presión a alta temperatura, se va a proceder a la eliminación de la pintura.

«Está claro que estamos ante una cuestión que requiere de grandes dosis de educación, sin ningún tipo de duda, pero también tenemos que abordar con un compromiso nítido varias líneas de trabajo a través de un plan que con una inversión superior a 200.000 euros va a permitir durante los meses de abril y mayo eliminar pintadas vandálicas en más de 200 edificios municipales», subrayó el primer edil.

El alcalde anunció que, al margen de las actuaciones de limpieza, se va a dar orden a las patrullas de la Policía Local para perseguir a los responsables de las pintadas. Según explicó, agentes de paisano van a vigilar edificios municipales de interés así como puntos donde es habitual que se den estas prácticas para evitar que se produzcan.

El equipo de gobierno está dispuesto a que la 'broma' le salga cara a los grafiteros. Los responsables tendrán que hacer frente a sanciones de hasta 1.500 euros e, incluso, se valoran actuaciones judiciales para aquellos que afeen las fachadas de edificios patrimoniales y de especial relevancia para la ciudad.

«Con esta campaña pretendemos tanto persuadir como disuadir a aquellos vándalos que pintan y afean no solo nuestro patrimonio, sino también nuestro espacio público y privado para lo que el Ayuntamiento contempla sanciones con hasta 1.500 euros e, incluso, medidas judiciales», insistió Cuenca.