Un menor que encañonó a guardias civiles de Granada con una pistola falsa, condenado por falta de respeto
El adolescente se mostró arrepentido, reconoció su culpa y aceptó una pena de seis meses de libertad vigilada
Fue un juego sin ninguna gracia y que pudo acabar muy mal. Un adolescente apunta con una pistola a varios agentes de la Guardia Civil ... cuando pasan por la puerta de su vivienda. El arma es de mentira, pero eso solo lo sabe el chaval. Los patrulleros, alarmados, se parapetan ante la posibilidad de ser tiroteados. Por fortuna, los miembros de la Benemérita reaccionaron con temple y no sucedió nada irreparable.
Ocurrió a primera hora de la tarde del pasado 28 de abril de este mismo año en una barriada deprimida y conflictiva de un municipio de la provincia, una zona en la que las fuerzas de seguridad deben adoptar especiales medidas de protección ya que han sido objeto de agresiones en más de una ocasión.
Instantes después del incidente, el menor fue detenido y los agentes del instituto armado comprobaron que la pistola era falsa. El joven, que tenía 17 años cuando se produjo el incidente, había cometido una chaladura, pero también un delito. En este sentido, ha sido condenado ahora por faltar al respeto a los agentes de la autoridad.
«Los agentes prestaban servicio de seguridad ciudadana» en un municipio de la provincia cuando ocurrió el incidente
No hizo falta celebrar la vista oral del juicio. El acusado se mostró arrepentido, reconoció su culpa sin mayores trámites y aceptó la pena que solicitaba para él la Fiscalía de Menores de Granada: seis meses de libertad vigilada, un tiempo durante el cual el procesado deberá cumplir una serie de objetivos educativos y sociales. Los técnicos que dependen del juzgado supervisarán el comportamiento del chico en su hogar, sus compañías y también tendrá que asistir a un curso para aprender habilidades sociales y a controlar sus impulsos.
En el supuesto de que falte a las obligaciones recogidas en la resolución, podría ser condenado por desobediencia, lo que implicaría su probable ingreso en un centro de internamiento para menores infractores.
El incidente, que ha quedado definitivamente zanjado en su vertiente judicial, ya el que fallo, al ser de conformidad, no puede ser recurrido, aconteció el 28 de abril de este 2022, cuando unos agentes de la Guardia Civil, «que prestaban servicio de seguridad ciudadana» en una localidad granadina, vieron que un menor «les apuntó con lo que parecía ser un arma de fuego», lo que «motivó» que los patrulleros «tomasen las medidas pertinentes de autoprotección hasta que comprobaron que se trataba de una pistola simulada de color negro».
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