Cuando los grilletes se ponen a personas con más de 64 años
Policía Nacional y Guardia Civil han investigado o arrestado a 283 personas en edad de jubilación, un 18% más que sólo un año antes
El mundillo de la delincuencia no tienen edad de jubilación. La Policía Nacional arrestó hace una semana a un varón de 65 años a quien ... le incautaron seis bellotas de hachís cuando circulaba en su vehículo por la barriada de la Chana. Los agentes sospecharon de este individuo después de que realizara una maniobra extraña con su turismo cuando vio a los agentes de Policía. Tras comprobar el fuerte olor a hachís que salía del interior del coche los agentes decidieron actuar. Este individuo carecía de antecedentes penales. Pese a estar en edad de jubilación, los policías lo condujeron a comisaría con los grilletes puestos.
Policía Nacional y Guardia Civil arrestaron o investigaron en 2017 –últimos datos disponibles– en Granada a 283 personas con más de 64 años por algún tipo de infracción penal. Son los delincuentes más longevos, los que han pasado ya hace mucho tiempo la frontera de la madurez y de su posible rehabilitación. Esa cantidad ha crecido un 18% respecto a los mayores de 64 años detenidos en 2016, cuando fueron 239.
«Aquí en la zona Norte los clanes de la droga mantienen a la matriarca o el patriarca al frente del negocio del menudeo. Hay ilustres del mundillo de la droga que siguen atendiendo detrás de la reja para vender una papelina o una bola de hachís», apunta un vecino de este distrito muy vinculado con colectivos sociales, quien prefiere obviar su nombre.
Los clanes de la droga de Granada siguen manteniendo la misma sangre que sus antecesores. En las rías gallegas, en los años ochenta eran míticas las familias de los Charlines, Sito Miñanco o los Oubiña que hoy siguen mantenimiento el control. Lo mismo pasa en Granada y su provincia con los 'Mocos', los 'Mones', los 'Tontos' o los 'Lalos', entre otros, quienes siguen controlando sus feudos guardando las distancias con el poderío de los clanes gallegos.
En la prisión granadina hay ahora mismo encerradas 16 personas de edades comprendidas entre los 66 y 74 años. Alguno de ellos estrenó el final de su adolescencia entre barrotes y otros son antiguos conocidos que se han visto esposados por su último delito. Hay algún atracador y por violencia de género. Uno de quienes pasó por el penal de Albolote es Juan de Dios H. R., septuagenario, quien mató a su mujer de 68 años en el domicilio que ambos tenían en Armilla el 17 de agosto de 2015. Segó la vida de su mujer de quince hachazos y finalmente fue condenado a un máximo de 18 años de internamiento en un psiquiátrico.
Violencia de género
«La mayor parte de las detenciones de personas mayores son por delitos de violencia de género, en esas edades es ya muy complicado encontrarse con delincuentes habituales», advierte una fuente consultada en la Guardia Civil. En estos momentos, según los datos del Ministerio del Interior sobre Granada, a fecha de 30 de enero, hay 660 mujeres víctimas de violencia de género registradas con más de 65 años, de las cuales 39 están bajo vigilancia policial y mantienen su caso activo. Lo cual da una clara muestra del problema de la violencia de género entre estas personas mayores y el importante número de arrestos registradas en este sentido.
«Muchas de las detenciones por violencia de género de personas mayores son fruto también de que se encuentran afectadas por problemas mentales», apunta un experimentado policía nacional.
Los datos
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239 Policía Nacional y Guardia Civil arrestaron en 2016 a 239 personas con más de 64 años. 283 en 2017.
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16 En la cárcel granadina hay encerradas 16 personas con edades entre los 66 y 74 años.
El subinspector Martínez de la Policía Nacional, hoy ya jubilado, detuvo al 'Alcapone' de los atracos que limpió los bancos de media España. Hoy este individuo, con algo más de 62 años, sigue encerrado en una prisión española. «Lo arrestamos en la ciudad de Murcia porque siempre actuaba de la misma manera. No solía taparse la cara, pero los testigos siempre daban características muy distintas. Robó en Granada, Jaén, Málaga, Toledo, Murcia... y siempre iba con una escopeta de cañones recortados y una pistola». Este atracador hizo mucho dinero y nunca le encontraron los botines que perpetraba. Se escapó de distintas cárceles, incluida la de Granada, aunque hoy ya, en edad casi de jubilarse, sigue encerrado entre rejas. Comenzó su historial delictivo en los años noventa después de que un banco malagueño le embargara el taller de coches y la vivienda que tenía. «Le robó en cuatro ocasiones al mismo banco que lo embargó», apunta Martínez, quien establece una diferencia entre los delincuentes talluditos y los más jóvenes: «Los de menos edad son muy impetuosos, se mueven por impulsos y no te puedes fiar de ellos. Los mayores saben bien que cuando son detenidos sólo les queda la posibilidad de aminorar su condena y se puede negociar con ellos».
Adaptación al medio
«El problema en la prisión es la adaptación al medio de estas personas mayores cuando antes no han conocido un ambiente tan hostil como el de una cárcel, eso ocurre con quienes cumplen condena por violencia de género y antes no habían estado en un penal. Otra cosa bien distinta son quienes se hacen viejos en una cárcel, como el atracador citado anteriormente, después de cumplir condenas muy largas», señala un funcionario de la prisión de Albolote.
Un ejemplo de este último caso es el de Daniel Ramírez, quien ingresó en prisión el 11 de junio del año 1984 para cumplir una condena de seis años por robo con violencia. Aquella primera noche en el 'chabolo' tan solo tenía 18 años. Lo que iba a ser un paso casi fugaz por el penal se ha convertido en una pesadilla prolongada hasta hoy, cuando ya tiene 52 años y 33 de ellos encerrado. Daniel está preso en la cárcel de Albolote desde el verano de 2017. Este malagueño no tiene a sus espaldas ningún delito de sangre, pero se ha complicado mucho la vida en las cárceles por las que ha pasado. Ha sido acusado de más de una veintena de agresiones a funcionarios, ha consumado, al menos, dos fugas, y lo ha intentado otras tantas veces. En su ficha pone: «Preso fuguista».
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