'Dralion', un trabajo de chinos
Detrás del espectáculo del Circo del Sol que se representa en Granada hasta el domingo hay un gran esfuerzo creativo y cientos de horas de duro entrenamiento
Inés Gallastegui
Jueves, 24 de julio 2014, 00:59
Los acróbatas, malabaristas, gimnastas, músicos y cantantes de 'Dralion' vienen de una veintena de países diferentes, pero China tiene un peso especial en este espectáculo ... del Circo del Sol. Primero, porque este montaje es el resultado de la fusión entre 3.000 años de tradición de las artes acrobáticas del país oriental y el enfoque de la compañía circense nacida en Canadá. Y segundo, porque detrás de los impresionantes números, los trajes coloridos y el maquillaje fantasioso se esconde un trabajo de chinos: cientos de horas de entrenamiento para los artistas -la mitad de ellos procedentes del gigante asiático-, pero también un esfuerzo minucioso de las modistas, carpinteros, técnicos de iluminación y sonido que trabajan entre bambalinas. En total, cien personas en gira empeñadas en que todo salga a pedir de boca.
Como en cada uno de sus espectáculos itinerantes, el día de la primera sesión la compañía invita a la prensa a ver los ensayos y curiosear entre bambalinas. Este miércoles, horas antes de la primera de las nueve funciones que ofrecerán hasta el domingo, lo hicieron en el Palacio de Deportes de Granada.
Los artistas, despojados de su brillante vestuario y su expresivo maquillaje, son veinteañeros en chándal que, eso sí, hacen cosas increíbles con sus cuerpos. Y las hacen como si volar, bailar colgado de una cinta, contorsionarse, guardar un equilibrio imposible o lanzarse como una flecha a través de un aro fuera pura rutina. Algo natural.
Los acróbatas entrenan cinco horas al día cuando no tienen función y algo menos en los días de espectáculo. La mayoría tienen veintitantos años. «La edad te marca lo que puedes y no puedes hacer», recuerda Shaub, exbailarín.
A pesar de todo, no aspiran a la perfección. «El espectáculo es algo orgánico: va evolucionando con el tiempo -explicó Mark Shaub, director artístico de la actual gira de 'Dralion'-. Parte de mi trabajo es encontrar nuevos retos para los artistas, encontrar maneras de empujarles a hacer más, y ellos mismos siempre están buscando algo un poco más difícil, un poco más espectacular».
No en vano, el Circo del Sol elige a sus artistas entre los mejores. Dispone de un gran equipo de casting que viaja por todo el mundo 'ojeando' competiciones deportivas -hay deportistas olímpicos-, espectáculos, escuelas y otros circos, en busca de talentos. También se nutre de los vídeos y la información que les envían aspirantes espontáneos desde todos los lugares del mundo. En la plantilla de 'Dralion' hay varios latinoamericanos y un español, pero su identidad no puede ser desvelada porque será una sorpresa del espectáculo.
Los elementos de la naturaleza y la mezcla de culturas
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circo del sol
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'Dralion' está inspirado en la filosofía oriental y simboliza la búsqueda de la armonía entre el ser humano y la naturaleza. De ahí que cuatro de sus protagonistas sean los cuatro elementos fuego, agua, tierra y aire, personificados en otros tantos artistas con un vestuario de colores que aluden a esas sustancias.
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La fusión no solo se representa en la mezcla de razas y nacionalidades del centenar de personas que forma la plantilla de este espectáculo en gira. También en la música -seis músicos interpretan en directo sobre el escenario-, que tiene influencias asiáticas, pero también andaluzas o africanas.
El responsable de que este mecanismo formado por tantas pequeñas piezas funcione como un reloj asegura que él ni siquiera está preocupado cuando, cada tarde, todo comienza. «No me preocupo; disfruto. Siempre existe la posibilidad de que alguien se lesione y haya que hacer cambios de último minuto o modificar el orden de los números. Esto es un espectáculo en directo y la gente corre riesgos. Pero son muy buenos en lo que hacen», aseguró.
Dos médicos en gira se encargan de atender las posibles lesiones. El apoyo psicológico, en cambio, es 'amateur'. «En parte lo hago yo -admitió Shaub-. Viajamos juntos, trabajamos juntos, comemos juntos y nos alojamos juntos. Estamos lejos de casa mucho tiempo, y hay que tener en cuenta que algunos son muy jóvenes. No es fácil».
Montaje
Montar toda la infraestructura cuesta un día y medio y desmontar, solo uno. El escenario es circular y está presidido por un muro de 16 metros de ancho por 8 de alto que representa la armadura de un guerrero chino. «Este espectáculo tiene un sabor asiático», explicó Julie Desmarais, relaciones públicas de 'Dralion'.
Mientras los acróbatas ensayan, comprueban los materiales o estiran los músculos que en unas pocas horas tendrán que darlo todo, un equipo de modistas -incluidas dos contratadas en Granada- da los últimos toques al vestuario. 'Dralion' mueve nada menos que 3.000 piezas entre trajes, máscaras, sombreros y otros complementos. Por ejemplo, hay trescientos pares de zapatos. Hay que tener en cuenta que no solo cada artista se cambia varias veces a lo largo de la velada para interpretar a distintos personajes; además, cada una de las prendas tiene al menos un duplicado, para evitar que cualquier incidencia rompa la perfecta uniformidad del 'show'. Por eso acompañan al equipo siete lavadoras y tres secadoras. «Solo este martes hubo que poner cerca de 50 lavadoras para tener listo todo el vestuario», explicó Desmarais.
La mayoría de los trajes son de licra y están confeccionados a mano. Los avances tecnológicos han permitido, al menos, que las decoraciones que hace quince años, cuando nació 'Dralion', era necesario bordar o coser, ahora vayan impresas en la tela.
Cambios y esencia
Pese a los cambios que el espectáculo ha ido experimentando con el tiempo, su esencia se mantiene: la palabra 'Dralion' expresa la fusión entre el dragón y el león, que representan a oriente y occidente, respectivamente. Y sobre el escenario se escenifica con el baile de cinco 'draliones' inspirados en la tradicional fiesta china.
Las cifras son impresionantes. Más de 7 millones de personas han visto el espectáculo desde su estreno en 1999 en Montreal, sede de la compañía. Durante años se representó en la gran carpa del circo, y a partir de 2009 se revisó y se adaptó a los escenarios bajo techo para salir de gira por todo el mundo. Esta es la última oportunidad de ver el 'show': después de Granada, los 21 camiones, cargados con 160.000 kilos de material, viajan a Gran Canaria, Bilbao y, finalmente, Palma de Mallorca. Esta será su última gira española.
En Granada hay nueve sesiones hasta el domingo, con un aforo superior a las 5.000 localidades, es decir, más de 45.000 de las que la mayoría ya están vendidas.
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